La Comisión Interamericana de Derechos Humanos abrió hoy en Buenos Aires, su 162° período de sesiones extraordinarias, por primera vez en Argentina. No es cualquier momento. La apertura de sesiones se hará en un escenario de regresión de las políticas de memoria, verdad y justicia sobre las que el movimiento de derechos humanos viene alertando desde hace más de un año.
“Expresamos nuestro agradecimiento por esta presencia y la tranquilidad de sabernos acompañados”, les dijo el viernes pasado Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, a los integrantes de la Comisión, en un encuentro que los reunió con miembros de la sociedad civil e interlocutores de los organismos de derechos humanos argentinos, entre ellos quienes comenzaron a reunirse de forma periódica para coordinar líneas de acción en un escenario en el que observan enormes retrocesos. “Hemos acudido a ustedes sobre todo en la dictadura militar, cuando nos ponían trabas para que otros países hermanos conocieran lo que pasaba –explicó Carlotto–. En estos 40 años de lucha siempre recurrimos a ustedes. Es una historia que nos ha llevado la vida, pero que no vamos a abandonar.”
La CIDH realizará tres jornadas de audiencia en Buenos Aires. Cerrará las sesiones el sábado próximo. Y como es protocolo no tocará en su agenda oficial temas vinculados al país. De todos modos, el país se le impone. Los integrantes de la CIDH ya mantuvieron reuniones por fuera de la agenda oficial, con distintos colectivos. Recibieron muy duros informes y uno de sus miembros expresó que “la situación es muy preocupante aquí”. A las 18 de mañana, el Foro por la Libertad y la Democracia constituido alrededor del reclamo por la libertad de Milagro Sala realizará una marcha y un acto en Retiro, frente al hotel donde La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sesiona.
Año 1979. En plena dictadura, la comisión de la CIDH/OEA llega al país y recibe miles de denuncias de familiares de desaparecidos y organismos de derechos humanos
Fuente: Pagina/12