Es sábado y lo sabés y nosostrxs ye te conocemos las mañas por eso acá llega otra entrega de POÉTICAS TRABAJADORAS. Mientras ustedes hacen click nosotrxs esperamos que la disfruten y que comenten.
Por: Beatríz Zuru – Columnista
Hot interview con Olguita, la catequista
Desde principios de marzo, fecha en que escribí mail a esta trabajadora, espero el momento de preguntar cómo es charlar de ficción con jóvenes sin que la mentira les aplaste. Igual, ¿saben qué?, se me hizo imposible realizar la pregunta. Esa y otras también. Pero el pasaje está caro y reflexionar la semejanza de la parroquia con un aula convencional ocuparon mi mente así que el ratito de la entrevista fue provechoso. Omito un par de falacias truculentas porque no busco la morbosidad de mis lectores.
Aquí algunas de las líneas que Olguita suelta. Y las suelta como si no pasara naranja…
Entrevistadora: Hola Olguita. Como docente seguramente tiene la cabeza en mil cosas–
Olguita, la catequista: Solo en una (cierra los ojos, se pone ambas en el pecho, abre los ojos y me mira): ser una buena sierva.
E: Ok. Agradezco su tiempo para este diálogo.
O,lc: Mientras mi testimonio siga vivo… yo viviré, dijo el padre.
E: ¿Francisco I?
O,lc: No. Ese es el anticristo. Él. El padre: el mío y tuyo y de todos. El señor. (Señala hacia una casuchita que brilla).
E: Olguita, ¿desde qué edad usted enseña la doctrina religiosa a las y los adolescentes?
O,lc: Igual no enseño, transmito. Pero bueno, si vos vas (me toca el pecho con el índice) a decir las y los entonces decí adolesentas.
E: Pasa Olguita, que no funciona así. La concordancia debe darse aún en el lenguaje inclusivo. Concordancia no es lo mismo que rección.
O,lc: (sonríe) Ay… las de Filosofía… siempre con la revolución a cuestas. Bueno creo que no estamos aquí para hablar de palabras (sic).
E: ¿En cuántas instituciones trabaja?
O,lc: En 5 (cinco) parroquias, 3 (tres) capillitas y 6 (seis) colegios. Tengo más de 768 alumnos y sobrepaso el tope horario.
E: ¿Qué cree ud. que tiene más poder? ¿La palabra o las palabras?
O,lc: El verbo que habita entre nosotros. Y nosotras. (Se ríe haciendo la cabeza para atrás)
E: ¿Qué tipo de temas le piden los chicos debatir y qué actividades le gusta realizar con sus grupos?
O,lc: Aquí te corregiré (me agarra una mano).
E: Sí, por favor, hagaló.
O,lc: Con los chicos no hago cosas que me gusten. Hago lo que debo. Esta profesión no es como la tuya por ejemplo que tenés más libertad.
E: Claro. Por ahí si tenés suerte y sabés, podés elegir. A eso le llamamos libertad, ¿no?
O,lc: El eterno debate: libertad o libertinaje (niega con la cabeza, torciendo los labios). Recuperemos el valor del deber hacer y ser.
E: Urge en momentos donde parece que solo vale el deber tener…
O,lc: Totalmente, la humildad, hacerse barro ante los ojos del padre. A veces pienso que no es casual ni inocente que “servir” (hace comillitas) y “ser” empiecen igual. Y es por algo. Los niños tienen que conocer el valor del trabajo y del esfuerzo. Alguien les tiene que enseñar a las niñas lo que es el pudor. Yo me siento un instrumento. Una buena oveja de mi pastor.
E: Volviendo al sentido de humildad, ¿qué puede decirnos de la nueva remodelación que se está haciendo en el campanario de la parroquia mientras el departamento está atravesando una crisis habitacional de tal magnitud?
O,lc: Te digo: para Dios, lo mejor.
E: Gracias Olga por su tiempo y sus reflexiones.
O,lc: Por mi boca, habla el padre.
Se quedó sonriendo y saludándome con la mano de un lado al otro desde los asientos mientras yo corría a buscar un colectivo. No aguanté y giré a mirarla. Vestal fuera de sitio entre los vidrios de colores, los jarrones con flores y las estatuas de los costados.
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