La medida fue tomada para no perder una posición orbital y costará 7 millones de euros, que serán pagados a la empresa SES por un satélite que ya superó su vida útil. En esa banda debía operar a partir de este año el satélite de industria nacional, pero el proyecto fue dado de baja en 2016.
El Gobierno decidió alquilarle a la empresa europea SES el satélite Astra-1H para evitar que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) le quite los derechos de uso de la posición orbital 81º Oeste en banda Ka, que permite brindar servicios de internet de banda ancha.
En esa banda debía operar a partir de este año el satélite Arsat-3, pero, como su construcción se suspendió a comienzos de 2016, se decidió alquilar un viejo satélite, que ya superó su vida útil, con el único objetivo de notificarle a la UIT que la banda está ocupada y así evitar su pérdida. La determinación costará al Estado 7 millones de euros, que se pagarán en cuotas a lo largo de este año.
Según información a la que accedió Página12, a cambio de los 7 millones de euros que desembolsará, Argentina recibirá en alquiler un satélite lanzado al espacio en junio de 1999, con 15 años de vida útil que se cumplieron en 2014 y solamente dos transpondedores que operan en banda Ka, es decir, una capacidad muy limitada para brindar servicios en esa frecuencia.