El Cimbronazo tuvo contacto con el arqueólogo peruano, que reside en Cuzco, para conocer desde adentro la fuerte crisis política social que atraviesa el país.
Desde la encarcelación del presidente Pedro Castillo, el clima social en Perú está en ebullición.
Recientemente, a su pedido, Castillo recibió en la cárcel a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para re ver su situación.
Lo cierto es que, entre tanto, su pueblo no descansa. Al respecto, Oscar Espinoza, contacto directo de este medio con Perú, nos hizo saber que no habían experimentado una situación tan crítica desde la salida del poder de Alberto Fujimori, a principios de milenio.
«Estamos en un Estado con características dictatoriales. Está prohibida la libertad de protesta,» dijo.
» Hay una coalición entre los poderes, la policía estatal y las iglesias».
Cabe señalar que aquella ciudadanía está conformada mayoritariamente por pueblo campesino diseminado por las sierras y el sur Peruano. De los mismos, hay 28 personas fallecidas por reclamar su derecho a protestar desde que Dina Boluarte es primera mandataria.
«Los medios de comunicación aquí desinforman, los problemas no empezaron con un presidente, son históricos». Remarcó el arqueólogo.
El cansancio estructural de la población han llevado a la gente a manifestarse, puesto que la clase política Peruana muestra una fuerte faceta racista.
» Hay un desgaste emocional, social ante una clase política que no los representa». Enfatizó Espinoza.
Sobre las consigna del reclamo, podemos saber que piden: Que se vaya toda la clase política, con el congreso y la presidenta a la cabeza. Esto se basa en que el poder legislativo ha rechazado proyectos para mejorar las políticas públicas en educación, medio ambiente y diversidades culturales y sexuales, entre otras.
«Castillo cometió errores políticos que han dado pié a esta situación»
Las investigaciones por casos de corrupción no son ajenas a este clima político en Perú.
Un poder legislativo que entorpece, de la mano de un ejecutivo que no ha sabido afrontar ese panorama, llevan a un momento crítico que duele, como argentinos también, por las tristes similitudes.
Entre tanto, la calle habla y las movilizaciones son multitudinarias.
» Hay varias calles; por un lado las comunidades campesinas, que ellos demandan un congreso de transición… Por otro lado está la clase media, comerciantes, académicos que no comparten el reclamo por las pérdidas económicas. Y por otro lado la academia (que no tiene perdón) es la que es versiones en contra de los ciudadanos». Nos hizo saber Oscar Espinoza.
Sobre la situación en los cielos, con helicópteros sobrevolando hogares, cabe destacar que la sensación es de miedo y alerta. Sin embargo, muchas organizaciones sociales están en situación de repliegue.
