
Desde el territorio andalgaleño, Marianela Gamboa, integrante de Feministas Antiextractivistas del Sur y Asamblea el Valle en Movimiento-PUCARÁ, nos comparte una crónica teñida de sentires de la lucha que el pueblo de Andalgalá encabeza ante el avance minero extractivista en el cerro Aconquija.
17 de abril de 2021, Andalgalá, Catamarca.
Por Marianela Gamboa.
Integrante de Feministas Antiextractivistas del Sur y Asamblea el Valle en Movimiento-PUCARÁ
“Detuvieron a una de las cabezas y podaron los brotes, quieren hachar el árbol”- Rosa Farías
¡PERO LAS RAÍCES SON MÁS FUERTES!
La sensación de despertar hoy sábado 17 de abril de 2021 en Andalgalá, es la de amanecer palpitando la caminata 585. No es sólo una caminata más, es la caminata después de una cacería política-policial desatada brutalmente por el gobierno catamarqueño sobre les asambleístas y vecinxs de Andalgalá que se oponen al proyecto de muerte MARA (Integración Agua Rica-Alumbrera).
La caminata 584 del sábado 10 de abril, realizada días después de que la Asamblea El Algarrobo denunciara que las máquinas perforadoras estaban subiendo al cerro Aconquija de forma ilegal, a espaldas del pueblo, custodiadas por gendarmería, trascendió las fronteras cuando las imágenes de las oficinas de Agua Rica se viralizaron ardiendo en llamas. Ese día, las calles de Andalgalá estaban llenas de asambleístas, pero también de vecinos y vecinas que cuando sienten el avance de las máquinas, salen a decirle a las mineras que ¡¡NO TIENEN LICENCIA SOCIAL!!
Como dicen lxs compañerxs: la subida de las máquinas de forma clandestina al cerro, es la chispa que prendió el fuego.

Presxs políticos y criminalización de la lucha
Es importante poner en contexto que, desde el 22 de marzo, se realizaba un nuevo corte selectivo a la empresa minera Agua Rica, al Proyecto MARA, a la empresa YAMANA GOLD cuando les vecines dieron alerta del paso de camionetas mineras por el camino del potrero. Durante el corte, las acciones violentas por parte de la empresa fueron constante, incluyendo la acción de un proveedor minero quien atropelló a 2 personas en el corte (hecho que hasta el día de hoy no ha sido abordado por la justicia).
¡El corte del Algarrobo hoy como en 2010, no es cualquier corte, es cortarle el paso AL PODER EXTRACTIVISTA!
La militarización de Andalgalá fue inminente desde el momento en que se difundieron las imágenes de las perforadoras subiendo clandestinamente al cerro en medio de un corte y, aún más, luego del incendio de la oficina de Agua Rica.
El día lunes 12 de abril, comenzaron las detenciones violentas y allanamientos brutales sin presentar en los domicilios las órdenes judiciales. Las irregularidades de los procesos son innumerables, vulnerando todos los derechos humanos y violando normativas nacionales e internacionales que resguardan los derechos de las personas.
El día lunes detuvieron a 8 personas: Aldo Flores, Sara Fernández, Enzo Brizuela, Walter Mansilla, Damián Abel y Matías Paz (sumado a la detención del hermano de Sara que en intentó detener la detención de su hermana, y fue arrestado por 1 día por obstrucción a la justicia); y el día miércoles a otras 4 detenciones más: Ailen Saracho, Oscar Martiarene, Jorge Ramos, Rubén Sachetti y Eduardo Villagra. Actualmente, 8 personas siguen detenidas en la comisaría y 4 con prisión domiciliaria (Ailen, Sara, Aldo y Oscar).
Los allanamientos incluyeron violencia sobre lxs familiares que estaban en las casas. Los testimonios dan cuenta de mujeres y niñes presenciando los actos de violencia, esposadxs y arrodilladxs, mientras los grupos de choque destrozaban todas sus pertenencias, puertas, paredes, murales, etc. Todo esto, sin presentar la orden judicial. A uno de los detenidos, de 72 años de edad, lo tiraron al piso apuntándole con un arma, pisando su espalda y negándole estar presente mientras se allanaba su domicilio. A otro de los detenidos lo golpearon en el rostro y en el abdomen reiteradas veces. Algunxs familiares de detenidxs testificaron que la policía sembró pruebas en esos procedimientos. Otros arrestos sucedieron en las calles.
A estas alturas, se conoce públicamente que la fiscal Soledad Rodríguez, quien emitió las órdenes de detención, es conocida por “operar en conflictos minero”, por haber trabajado para empresas mineras y estar vinculada parentalmente a personajes claves en la política minera catamarqueña. Las medidas de privación de la libertad tomadas por la fiscal, las fuerzas represivas y los funcionarios estatales involucradxs, son excesivas para la situación, demostrando que las intenciones pretenden disciplinar a quienes defienden el agua, criminalizando así la protesta, la lucha por el cerro Aconquija.
Es importante pensar este accionar en correlación con otros hechos que se vienen dando a nivel país, como en Chubut, en medio de una pueblada ante el intento de zonificación minera se criminaliza a compañerxs culpándolos de “atentados terroristas” al presidente Alberto Fernández.
Hay una avanzada criminalizadora de la lucha por la defensa de los bienes comunes, de quienes se organizan asambleariamente y están dispuestos a defender el agua y los territorios de la política extractivista estatal.

El abrazo compañero y la firmeza de las mujeres
Mi llegada a Andalgalá el día jueves 15 abril, implicó vivenciar el clima de tensión social y de bronca colectiva, como también de desconfianzas infundidas y temor al constante hostigamiento policial que continua en curso.
Aun así, el impacto más fuerte y lo que más moviliza, es el amor colectivo, el abrazo compañero de lxs asambleístas y principalmente de las mujeres del silencio que cada día continúan las sentadas pacíficas frente a fiscalía y el acompañamiento frente a la comisaría que les da fuerza a quienes están privadxs de su libertad, encerradxs en la comisaría. Los ruidos de cacerolas y bocinas se hacen sentir a las 21 horas, ya que las disposiciones del COE encierran a las 20 horas a la población en sus casas.
Andalgalá sigue haciendo pública su voz, en cada barrio. Las denuncias y acompañamientos abarcan un abrazo a nivel plurinacional y latinoamericano. ¡Somos muches quienes estamos acompañando desde múltiples lugares esta defensa del agua y el cerro!
El calor de estar sintiendo dolor por quienes están privados de su libertad, no se deja de hacer sentir en ningún momento. La bronca por las maquinas que sigue en el cerro se materializan en gritos, cantos, aplausos y canciones en diversos puntos claves del país.
¡Al día de hoy, en el día internacional del preso político, en Andalgalá contabilizamos un total de 12 presxs políticos, que expresan la clara intención de arrestar al árbol! Pero, como lo colectivo no puede ser detenido, no se lo puede llevar a prisión, eligieron a quienes arrestar pensando así inmovilizar la lucha. Como dijo Rosita: lo agarraron al Aldo que es un símbolo y quisieron cortar los brotes del algarrobo.
Faltan pocas horas para caminar por la vida.
A las 18 horas, tanto en Andalgalá, como en cientos de puntos del país, miles de pies caminaran abrazando el Aconquija y cada lucha territorial que resiste al extractivismo en sus múltiples expresiones.
POR LA LIBERTAD DE LXS VECINXS DETENIDXS
POR LA LUCHA DE ANDALGALÁ
¡LIBEREN AL CERRO!

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