“Víctimas del Próvolo”, es una investigación que comenzó el mismo día en que salieron a la luz los terribles abusos que sufrían los chicos y chicas sordos que asistían al instituto, el 26 de noviembre de 2016.
En la provincia de Mendoza se presenta un documental sobre el caso de los abusos sexuales del Instituto Próvolo, una institución a cargo de la Iglesia Católica que debía contener y educar a niños y niñas de con sordera.
El periodista Ignacio de la Rosa, uno de los realizadores de “Víctimas del Próvolo”junto a Marcos García, comentó a Radio La Mosquitera contó sobre el proyecto: “desde el primer día ha sido una peregrinación por tribunales, fiscalía, hemos hechos guardias de días enteros en las puerta del instituto, con la idea de conocer y difundir las pesadillas que vivieron los chicos allí adentro”.
Según el periodista se trató de un trabajo de casi 900 días, que comenzó el 26 de noviembre de 2016 cuando salieron a la luz los abusos sexuales a chicos sordos que estudiaban y dormían en el Instituto de Carrodilla (Luján de Cuyo). “Son casi 900 días de trabajo diario de mucho esfuerzo y mucho valor de los chicos y las familias a la hora de tener que reiterar una y otra vez sus testimonios”.
Actualmente la causa tiene a más de 20 víctimas que denuncian haber sido abusados cuando eran menores de edad y a 14 imputados, entre ellos, los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho y las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, quiénes aguardan la fecha de juicio en prisión. A su vez, el ex monaguillo Jorge Bordón fue condenado a 10 años de prisión al confesar la autoría abusos. El resto de los imputados son ex directoras y personal del instituto, y todos están acusadas como “partícipes primarios” de los abusos.
El caso Próvolo, tiene varias aristas que lo hacen más complicado de desentrañar y mas terrible aún, sostiene de la Rosa. “El caso tiene su complejidad que no es accidental. No siempre desde el principio se ha hablado de la doble vulnerabilidad de las víctimas, teniendo en cuenta que, si bien algunos ya son mayores de edad, al momento de los abusos eran niños y a eso se le suma que son personas sordas”explicó el comunicador y agregó que “en el Instituto está confirmado que no se enseñaba o no se fomentaba el uso de lenguas de señas, se pretendía que los chicos aprendieran a leer los labios para comunicarse y por otro lado, los chicos que estudiaban en institutos eran de familias eran de una situación económica bastante vulnerable”.
Otras preguntas que aún quedan por responder, es la de la responsabilidad del Estado que pareciera que no sospechó, por muchos años, lo que allí pasaba.
