Por: Beatriz Zuru
Desorientaciones
A Cumbia, entramada.
Enquilombada.
Despojada.
Fénix. Como todas.
Cómo hacer una coreografía
Sueño que sueño un qué para moverme
Busco dónde dejé las rodillas pero me puse las manos en la frente y no veo.
Busco abajo de las axilas:
Ripieras raíces de camalotes balsas de camalotes. No sirven, van lento como
luz filtrándose en las hojas de la espalda de una hormiga
Sueño que sueño algo para bailar pero
hay un cotillón retrasando las articulaciones
hay un mamífero dele dele decir no
y hay una plantilla o ataúd altamente codificado dele dele decir no
Cómo elegir el cuerpo del baile
Busco moverme como el pestañeo o
una deglución. O como cuando el mar exhala arena y retazos y una, atontada, aplaude porque está de acuerdo con las olas.
Sueño bailar a gran velocidad como la sombra de vehículos
o las pelusas de ropa guardada.
Pero hoy seré coherente, empezaré por ejercitar el equilibrio, ya sea en los giros o en las reparaciones de la casa y el trabajo.
Sueño usar la analogía de la lanza y del abanico.
Aquella historia de chalinas que asfixian como autos a gran velocidad.
Cómo diseñar su paisaje sonoro
Imagino caminar al pulso del escalón
Y me inscribo en academias que dan títulos y conferencias de cómo caminar al pulso del escalón
Busco herramientas (martillos, mantitas, una ola, las borro). Todo tiene distintas melodías. Solo que hay que esperar indicaciones.
Espero que se me calle la araña de las costillas y fabrico una balsa.
Sí que va rápido. Arranca cosas y se hace gigante.
Mil plásticos que meten ruido toda la siesta y van a destrozar las paredes del canal.
Balsa de botella y etiqueta. Y
por las noches se hace rugido de niña o gárgola que salpica, lucha contra los gatos. Más tarde, cuando de adentro silba un pulmón no sirve, era puro vértigo tu corazón.
Qué hacer de la coreografía
Ya sabemos que no hablo de mí.
Cuando dije “soñar” fue por no usar
“bailo” ni “vengan a buscarme
mientras en la piel las estrellas de colores se me cosen”
Recuerdo el olor a maquillaje y anulo el retraso de cualquier articulación.
Tengo en sangre una rodilla porque peregriné cien años por estas estrellas,
una axila muele piedras y la otra mira y busca entre el público
como humo y luces filtrándose en mi mano
un paseo de hormiguitas
dele dele escribir.