El femicidio de Yamila es uno de los crímenes más perversos en la historia de la provincia. Evaristo Molina contó por qué la mato.
«Yo le comenté que yo había matado a Yamila Pérez porque ya me sacaron una vez de mi casa y no quería que me saque para siempre, la chica no se quería salir del auto, que le iba a decir a mi esposa que andaba con ella y ahora en adelante quiero guardar silencio”, fueron las palabras de la confesión del hombre que asesino a la joven.
Evaristo Molina. de 69 años, contó ante el tribunal que buscó su auto, la llevó a una farmacia y le pidió dinero y él le contestó que no tenía para un hotel, Yamila insiste y vuelve a pedirle plata para no delatarlo con su mujer y que en ese momento él le propuso ir a un «campito» en Benavídez y Luna, Chimbas. Que al llegar ella bajó y se alejó un poco, él sacó un cuchillo del auto, la tomó del pecho y la atacó a puñaladas (le dio 8 en total, 6 en el pecho, 2 en la espalda) y al final la tapó con unos trapos y le puso los restos de una maceta en la cabeza, según el testimonio recabado por Diario de Cuyo.
Ahora Evaristo, quedó imputado por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por violencia de género.