Si el “Hombre” no cree en dios, es libre, “es” en la racionalidad. Si el “Hombre” deja de creer en dios, se libera hacia la racionalidad. Y se sitúa frente al “Hombre”. Sólo frente al “Hombre”. Entonces: el “Hombre” producirá su Subjetividad, y construirá Sentido. Es, el inicio de la comprensión del “Hombre”. Es la condición necesaria, en la que el “Hombre” puede comprender al “Hombre”. El “Hombre” habita su estado de libertad, y a cuestas con su dolor y con su miedo, construirá su mundo. Simulará, el par contradictorio Finito-Infinito, sin negarlo. No será indiferente al “Misterio de la Vida”.
“Dios” no ha muerto, como lo anuncia la Gaya Ciencia. No ha muerto porque nunca tuvo Vida. Lo que ocurre, es que se ha diluido una imaginación desesperada, que llamamos “Dios”. Nombre, que le pusimos al pavoroso dolor ante la muerte. Ante la única significación que tiene el término “destino”. Al arquetipo, de la Psicología Jungiana: Arquetipo de Dios, es preciso llamarlo: Arquetipo de la muerte.
Cuando hablo de “Dios”, me refiero, después de los griegos, a todas las “imaginarias semejanzas al Hombre” creadas por el “Hombre”, para depositar la Finitud, y escapar (supuestamente) del par contradictorio: Finito-Infinito.
Me refiero a todos los “dioses” de todos los “creyentes”.
Antes y después del “Dios ha muerto de Nietzsche”, con el dios y sin el dios: el “Hombre” debe sobreponer el “Mundo animal” o “Mundo natural”, para construir su Mundo histórico y hablante, donde se sociabilizará. Donde construirá el escenario de la Cultura, para su Sociabilización. “Sobreponer”, no significa que el “Hombre” se desarraigue del Mundo Natural. Desarraigo, significa: carecer de Suelo. No es posible, ese supuesto desarraigo, que le inculca el capitalismo.
Sin “el Amo inherente, esencialmente poderoso y determinante, y aliviador”, el “Hombre” libre (en su más primitiva Libertad) será, frente al “Hombre” libre. Ser-en-el-mundo.
Sin la existencia – imaginaria – del “Amo”. Entonces: el “Hombre” es el Creador, sin confusiones, sin el traslado del miedo, sin “la nada” donde diluir su Finitud. Y así deberá construir su camino para habitar. Hará su Vida, llevando a cuestas el par contradictorio: Finito-Infinito. La finitud en su Vida, y la Infinitud en su Pensamiento.
Infinitud, es un concepto de la racionalidad, es desconocida por el Hombre.
Sobre esto de lo Infinito:
El Infinito es un conocimiento sostenido en la duda. Es una inquietud de la Existencia.
¿Existe el Infinito?
Sí, como duda permanente, como inquietud de la Existencia, aun como indefinible.
¿Qué es el Infinito?
Sólo lo que determina lo Finito. Sé que soy Finito, por contraposición a lo Infinito.
¡OH! Será que Finito e Infinito son conceptos que están en mí, en cada uno, y por lo tanto sólo existe lo Finito, y mientras lo Finito existe, existe lo Infinito como cualidad, como definición del pensamiento.
No será: que el concepto de Infinito es un componente del concepto Pensamiento.
El Tiempo es Finito, porque Yo soy el Tiempo; el Tiempo es el Ser-ahí.
Yo me pienso, o yo tengo conciencia del Tiempo y tengo conciencia de mi finitud por contraposición con la infinitud que está en mi pensamiento.
O: cuando tomo conciencia de mi finitud como contradicción puedo nombrar lo infinito.
Finito e Infinito son conceptos propios del Tiempo, por lo tanto: son propios del Ser-ahí; son conceptos propios de mí.
Por lo tanto: Finito e Infinito son conceptos finitos en cada Ser-ahí, en cada uno.
Se hacen universales cuando son puestos en el lenguaje, cuando los nombra la palabra.
Finito e Infinito son: finitos-universales.
El “Hombre” necesita al “Hombre” para su sociabilización, para su reconocimiento. Lo necesita, por su necesidad cotidiana. Lo necesita por “la relación”. La relación, es un Existenciario.
El “Hombre” necesita al “Hombre” para aliviar el dolor por su destino de muerte. Este es un dolor inherente, aun, que no se alivia, si no, que se oculta en algún lugar recóndito del Pre-Consciente – ya que cada tanto puede ser consciente- el “Hombre” simula la muerte, para poder hacer su Vida. Dice Nietzsche, que el “Hombre”, es un gran simulador, ya que cada día, en cada acto, simula la muerte.
Pienso que esta ausencia de “lo mágico”, del “amo indefiniblemente poderoso y creador”, dueño de “la eternidad”. Que es un concepto asociado a la “Infinitud”.
Como el “Hombre” tiene la Razón, define la Infinitud, define la Eternidad, conceptos racionalizados desde el dolor inherente por saber que va a morir. Conceptos que el “Hombre” desarrolla desde el miedo inherente, desde el dolor inherente. Y que no los desarrolla para aliviar su carga. Si no, para ponerse frente “al Mundo”, eso es: frente al otro, frente al Sol, frente a la Luna, frente a las Estrellas, frente al aire, frente a los Océanos, frente a la Montaña y frente a la Naturaleza de la cual no es posible el desarraigo…….y frente a todo, que es el Mundo, preguntar a gritos ¿Por qué debe morir?…….y no tener respuestas.
Esta relación, este enfrentamiento es el Absurdo. Y el “Hombre” es un Rebelde Metafísico, el Hombre alzado frente a su situación- esto en conceptos de Albert Camus- con el que difiero que el “Hombre” sea un Rebelde Metafísico, porque se alza contra “la creación entera”, ese término “creación” puesto ahí es una confusión filosófica.
El “Hombre”, grita desesperadamente: “por qué debo morir”, frente al silencio…….doloroso silencio, pero que abatido, aún, puede caer y poner sus manos sobre la Tierra, y repetir: “esto es el Misterio de la Vida”…….y que ese Misterio lo seduzca……y comprenda, que la Incertidumbre – concepto que representa este Misterio de la Vida – lo alivie. Entonces: el “Hombre”, “Ser-en-el-Mundo”, aliviado sin respuesta…….sin la respuesta primitiva.
Y aun, sin levantarse de su apoyo con las manos en la Tierra, podrá rumiar estos conceptos sobre la Vida:
Vida
La Vida es la Vida, y eso es: está poblada con la Belleza, toda la Belleza está en la Vida.
Y está poblada con dolor.
Por eso el Hombre tiene la Razón y tiene la posibilidad del Conocimiento. Con el Conocimiento y el uso de la Razón, el Hombre tiene que debilitar el Dolor. Lo que le permitirá visibilizar y sentir la Belleza.
La Vida, La Contradicción
(este concepto tiene que ver con el par contradictorio que lleva a cuestas)
La Vida conceptualiza la Contradicción. La Contradicción esencia la Vida.
El Hombre vive en la Contradicción.
Lo Contrario esencia la Existencia del Hombre: Finito-Infinito, Vida-muerte, el Ser que se nos echa encima y nos rechaza.
Por eso, la cotidianidad del Hombre es: superar lo contrario, agudizar las contradicciones cotidianas, las contradicciones de la praxis diaria. Porque lo que busca, inconscientemente, lo que anhela, es: resolver, agudizar, superar lo contrario en lo contrario principal; que deje de ser la contradicción principal: Vida-muerte, Finito-Infinito; que es lo que angustia al Hombre.
Aquí está lo extraordinario en lo ordinario.
Este superar lo contrario, es el Deseo del Hombre, es una conceptualización del Deseo.
Por eso el Deseo es no-realizable.
El Deseo no se puede realizar; porque sería: realizar la Contradicción, superar Lo Contrario.
La Vida como Artemis (hermana del dios Apolo)
La Vida tiene lo que no se desvanece ni extingue.
Lo que no se desvanece ni extingue es la muerte.
La Vida tiene lo que no se desvanece ni extingue, porque se desvanece y extingue. Esto es: la Vida tiene la muerte por eso es la Vida.
(inspirado en Heráclito)
Entonces:
Será, el “Hombre” y el “Hombre” habitando “La Tierra de los Hombres”.
Sin la posibilidad que el más dañino de los dogmas, invada “lo público”, donde el individuo se desarrolla y entonces: donde debe estar vigorizada la Razón.
La organización del sistema de convivencia que habitamos, desarrolla la existencia de otros tantos dogmas. En ese sistema de convivencia están las Escuelas y la Universidad, que no se oponen a la multiplicación y expansión, de ellos. Ya que son, instituciones de ese sistema.
La necesidad, es re-conceptualizar, Conocimiento, Trabajo, Ciencia……. La necesidad, es re-conceptualizar, lo que atraviesa, la cotidianeidad…….
Por ejemplo:
Un pensamiento breve sobre el concepto de Nación:
Nación: es el “modo de ser”, desde una configuración cultural, que comprende rasgos, conductas, aún comportamientos frente a determinados estímulos. Es el modo de hablar y un modo de considerar objetos y relaciones.
Un conjunto amplio de mujeres y hombres con un mismo “modo de ser”, constituyen una nación. Modo: significa similitud, igualdad de componentes o igualdad de disposición de los componentes.
Ahora si en esta definición, como característica principal apuntamos “el nacimiento en un lugar”, como origen. Nación será un concepto fundado y sostenido solo en esta característica y no en el “modo de ser”, que es variable, transformable, que se incluye en la temporalidad del Sujeto.
Si lo que define a “nación”, es lo dicho como “modo de ser”; será un concepto “Temporal”, permanentemente construible, un movimiento, al que no se le puede fijar símbolos, ni colores, ni canciones oficiales (himnos). Ya que distintos hombres y mujeres pueden convivir con distintos hombres y mujeres, todos nacidos en distintos lugares, un tiempo determinado en el cual se transfieran, rasgos culturales, gestos, conductas, comportamientos, “costumbres”, aún la lengua y se configuren un nuevo “modo de ser”. Eso conformaría otra nación.
De lo contrario: los símbolos, como la bandera, el himno y demás son anteriores al conjunto de hombres y mujeres. Serán como la etiqueta de “un envase”, donde los que cumplan con ciertos requisitos administrativos conformarán la nación de ese color y melodía, aún sin que se produzca el proceso de transferencia. Es un concepto espacial.
Por lo tanto “nación”, como concepto espacial no refiere al Sujeto. Refiere: primero a un lugar geográfico, a su economía, a las bondades de su clima, a los símbolos y todo eso define el carácter de los individuos que lo habitan.
Y “nación”, como concepto temporal se refiere a la identidad del Sujeto, constituyéndose con Otros en el proceso de humanización.
(uso este término “Nación” porque es el que conocemos, pueden ser otros……y mejor si también fuesen otros)
Hablo de la “organización del sistema de convivencia” por la fundación del mercado, de la competencia, de la construcción y acumulación de artificios, desarrolladores del dogma que desarrolla, “las clases”, “el poder”, y desde ahí las guerras y desde ahí el desconocimiento del otro como otro, y como Otro.
Carl G. Jung, en su Psicología, considera además del “Inconsciente Personal” de Freud, el “Inconsciente Colectivo”.
“Los arquetipos constituyen el inconsciente colectivo, fundamento de la psique, estructura inmutable, y finalmente patrimonio simbólico de toda la humanidad.”
“Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.”
“Jung identifica varios arquetipos en la humanidad. Entre estos, figura el arquetipo de Dios”.
El Doctor Las Heras, cita (Aldana, 1996): “Los arquetipos se pueden entender también como esas formas determinadas presentes en todas las personas para afrontar la vida y que aparecen representadas a través de imágenes universales. Estas imágenes se encuentran presentes de una u otra forma en todas las culturas del mundo”.
Para entenderlos con mayor proximidad, podemos pensar a los Arquetipos, como ríos secos, cauces, que cada uno los llena desde su singularidad.
Uno de esos arquetipos, es el Arquetipo de Dios. Que es el que dispone de mayor fuerza energética.
Lo que pienso, es que: aquel dogma, tan dañino a la producción de la Subjetividad de los Individuos, no deriva, no produce, no difiere a los demás dogmas “aparecidos” en la organización del Sistema de Convivencia, para nosotros: el capitalismo. Y que atraviesan nuestra cotidianeidad, provocando la perturbación del desarrollo del Sujeto. Inmediatamente: del Sujeto Social, que es la intersección de: Sujeto Deseante, Sujeto Cognoscente y Sujeto Productivo.
Estos dogmas son: el dinero, su obtención y la acumulación, como definición de la “Existencia”. La “razón” del mercado, en lo público y popular la Ciencia, la apropiación y acumulación de artificios, hasta definir la cotidianeidad en “la replesión de artificios”…….y estos se derivan y se visibilizan fraccionados y multiplicados en la fascinación que produce y provoca el capitalismo.
Estos dogmas no derivan de aquel. Pero aquel, los contiene, los ampara. En el aparato psíquico de los “Hombres”, los naturaliza, los oculta, los hace “diarios”…….aquel dogma los consiente, aquel dogma “los perdona”.
Y…….bueno.
Ahora, releo este brevísimo ensayo, y decido no agregar conceptos ni expresiones de fastidio o de decepción que me rondan, aunque las vea resbalarse por los costados de la pantalla de mi máquina de escribir. Podría transcribir algunos de mis textos, que se refieren a esta idéntica necesidad, pero…….sólo se agregarían, sólo repetirían…….
Con calma, tomo dos o tres mates, mirando y sin mover la pantalla de mi pequeña máquina de escribir……y resuelvo que lo que quiero decir en voz alta, está concluido…….
Y pienso que lo que hice…….que sólo hice, fue plantear un Teorema, ¿o no les parece “una verdad demostrable”, lo que digo?
Mi proposición está en la calle, todos los días, chorrea las paredes de la ciudad que habitamos, de las Escuelas y de la Universidad donde enseñamos…….
Lo que sólo hice fue plantear un Teorema, que nos demuestra, que una Sociabilidad distinta a la que vivimos, no la vamos a construir. Me niego a poner: “no es posible”, porque, claro que sería posible…….pero no podríamos atropellar los muros…….¿cómo atravesar, semejantes monumentos levantados con tanto dinero, con tanta propiedad, con tantas armas para la guerra, con tantos aviones y naves para paseos espaciales, con toda esa tecnología que nos simula la piel y los Deseos, con tantos títulos nobiliarios y árboles genealógicos de soberanos…….con tanto Sistema echado encima de nuestra comprensión ?
Lo que hice, fue plantear un Teorema, que nos demuestra, que la necesidad que expongo, sólo es posible en comunidades pequeñas, donde armamos las intersecciones de nuestros Mundos. Eso que yo denomino “Mundaneidad”. Que intersectamos, por la mirada de la Vida, similares. Conceptos similares para las necesidades vitales y para lo que denomino Tranquilidad.
-Tranquilidad: conformada por objetos esenciales de la Vida, como: Salud, Relación: con el Otro y con el otro, Trabajo -no en el concepto capitalista- o al menos teniendo esto en disputa. Tiene como sinónimo: Felicidad.
Tranquilidad es el concepto.
Tranquilidad es la esencia de eso que denominamos con el término Felicidad.
Felicidad: un sinónimo; que se relativiza, se frivoliza, se desgasta y confunde, se utiliza. Es objeto de intercambio del mercado. Es un vocablo debilitado en los discursos del poder político-.
…….Mi teorema, tiene dos demostraciones: la que está en las calles que habitamos. Y la que proponemos, que sí, sólo es posible, en comunidades pequeñas…….de conceptos similares.
Repito esto, porque me alivia.
Mientras tomo más de un par de mates…….en silencio, frente a la pantalla, quieta de mi pequeña máquina de escribir.
Quiero mucho a mi pequeña máquina de escribir, me la regaló un hermano, de tantos, con los que vengo haciendo la Vida, casi, desde la adolescencia (¡aunque aún adolezco de tanto!) A él se la dejó en desuso, la tecnología satelital, que usa en sus trabajos de Ingeniería.
Y a mí, me produce cariño……. y me basta porque soy Poeta.
Miguel Montoya Jamed