Eso es: volver de la enajenación, de la alienación. Volver del desarraigo que nos procura el «pensamiento calculador», o sea: el positivismo, el mercado, el infame capitalismo. Eso es: producir nuestra Subjetividad. Para constituir una Intersubjetividad inteligente, fuerte. Y digo, que: un camino seguro de regreso es el Arte, y otro la Filosofía.
Para llevar el pensamiento a Pensamiento Meditativo, para constituirnos en Sujetos del Sentido. Para comprender lo que dice Don Juan, el Chamán Yaki: «Sólo hay un Camino a construir para habitar, y debe ser un Camino con corazón”.
Yo recomiendo ayudar a los niños a habitar en el dominio del Arte…….lo único que puede salvarlos del daño de tanta inmundicia.
El Hombre se salva si vuelve a la Tierra.
Y esto es: si deja de suponer que es posible el desarraigo del Mundo Natural (si “suponer” no es la expresión de una actitud asociada al Instinto, es una idiotez o enajenación por el sistema).
En la construcción de nuestro Mundo Histórico y Hablante, sobreponemos el mundo animal. Pero el Hombre conforma el Ambiente y el Ambiente lo conforma.
El Hombre conforma la Naturaleza y la Naturaleza lo conforma.
El Ambiente es lo más íntimo que tenemos afuera.
Y aquel “suponer” no se asocia al Instinto.
El Regreso eminente
El “Hombre” se salva si vuelve a la Tierra.
Y un camino de regreso seguro, es el Arte, otro la Filosofía. Esto es: vuelta de la enajenación, de la alienación, de la vulneración de la Subjetividad.
Esto es: la entrada al Sentido en la construcción de Sentido, la oposición al dogma, vivir en el ejercicio de Aletheia (desocultar)…….ser Sujeto-haciéndose-Sujeto.
El hombre y la mujer se salvan si vuelven a la Tierra…….
…….a la Tierra del hombre y la mujer.
Por Miguel Montoya Jamed