El Tribunal Oral Federal 5 rechazó su excarcelación.
Días antes de cumplirse 45 años desde el secuestro de las monjas francesas y las madres de Plaza de Mayo que pertenecían a la Iglesia de la Santa Cruz, el Tribunal Oral Federal 5 rechazó el pedido de excarcelación del marino integrante del grupo de tareas de la ESMA.ya determinado.
Una buena noticia para en la justicia, teniendo en cuenta que se trata del mismo organismo que en su momento juzgó a este genocida.Astiz había motivado su pedido en considerar que está en condiciones de salir de prisión, cosa que los jueces Adriana Palliotti, Fernando Canero y Daniel Obligado no dejaron que influyera en lo ya determinado.
En contexto general,Astiz fue condenado en dos oportunidades a perpetua. La primera vez fue en 2011 –esa sentencia ya fue confirmada por la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal–. En noviembre de 2017, el TOF 5 –con una integración distinta– volvió a darle la misma pena. Pese a los cinco años que pasaron desde el fallo, Casación aún no lo revisó.
Astiz acaba de cumplir 72 años y está preso en la Unidad 31 de Ezeiza. El ángel de la muerte es uno de los rostros más conocidos del grupo de tareas que operó en la ESMA, donde estuvo destinado, al menos, entre 1976 y 1979. Dedicado a tareas operativas, Astiz también se dedicó a la inteligencia y la infiltración.
En 1977, Astiz se presentó en Plaza de Mayo con el nombre de Gustavo Niño. Decía tener un hermano desaparecido y, en algunas oportunidades, llevaba a una secuestrada de la ESMA a quien obligaba a hacerse pasar por su hermana. De a poco, se fue ganando la confianza de las Madres. El 8 de diciembre de 1977, fue él quien señaló a los militantes que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz. Ese día estaban juntando firmas y dinero para publicar una solicitada en el diario La Nación para denunciar las desapariciones. Los secuestros siguieron hasta el 10 de diciembre de ese año. Entre los doce secuestrados estuvieron las Madres Azucena Villaflor, María Eugenia Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga así como las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. Para la justicia argentina, el grupo de la Santa Cruz fue «trasladado» en un vuelo de la muerte del 14 de diciembre y arrojado al mar.