Las nuevas medidas al respecto abarcarán desde la producción de alimentos hasta la electrónica de consumo y la fabricación de productos químicos.
La Union Europea está trabajando para disminuir el consumo de residuos plásticos, principalmente en productos como las cápsulas de café, los artículos de tocador de los hoteles y las botellas de agua descartables.
Con ese fin, el pasado miércoles dio a conocer un conjunto de propuestas que pretenden reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Los tiempos estipulados para estas medidas son disminuir para finales de esta década los residuos de envases en un 5% respecto de los niveles de 2018 y en un 15% para finales de la próxima.
Cabe señalar que actualmente, En la UE, alrededor del 40% del plástico y la mitad del papel se utilizan en envases, y el diseño a menudo dificulta la reutilización o el reciclaje.
Teniendo en cuenta que el flujo de desechos que aumenta más rápidamente es el de las industrias de empaque, es presumible que las propuestas enfrenten cierta oposición por parte de este sector productivo y sus clientes, quienes podrían tener que pagar más para instalar sistemas de reciclaje o encontrar materiales alternativos.
Entre tanto, empresas como Nestlé y Carlsberg ya manifestaron amplia apertura a estas medidas, que puntualizan que los productos de embalaje tendrían que ser reciclables, y los artículos como bolsitas de té y pegatinas de las manzanas tendrían que ser compostables.
“Si no cambiamos las tendencias actuales, el volumen de desechos plásticos podría aumentar en un 46% para 2030”, dijo Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente de la UE.