Las secuelas del terremoto se hacen sentir en las viviendas de la Comunidad Warpe Salvador Talquenca, en el Departamento 25 de Mayo. Las lluvias de las últimas semanas evidenciaron las grietas y roturas en los techos de las viviendas las familias que habitan en los diferentes puestos alejados y también en barrios del Encón.

San Juan 16 de febrero 2021
En comunicación con El Cimbronazo.com, Teresa Quiroga, integrante de la Comunidad Warpe Salvador Talquenca, nos explica que se han comunicado con la intendencia del Municipio para que asista a las familias con nylon, palos y cemento. Hasta el momento no hay respuestas concretas, por ese motivo, las familias también solicitaron ayuda a la Dirección de Políticas para la Equidad y Desarrollo Social del Gobierno de la Provincia de San Juan, a cargo de Raúl Alonso.
“Alonso me explicó que ya no tienen materiales para ayudarnos, que todo fue entregado a los municipios para las familias por el terremoto. Pero a nosotros no nos ha llegado nada, mucho menos a los puestos alejados de la comunidad. Ahí, no han ido, y no hemos recibido ayuda como dijeron en algunos medios periodísticos. Eso ha sido para otras comunidades y familias, como la comunidad Pinkanta”. No obstante, también aseguró que el funcionario provincial le aseguró que podrían conseguir algunos cortes de nylon, aunque las familias de la comunidad warpe esperan una solución más de fondo.
Luego del terremoto ocurrido el 18 de enero pasado que afectó de forma drástica a las viviendas e infraestructura vial, edificios públicos, etc. del Departamento 25 de Mayo, Sarmiento, Pocito, Zonda y Rivadavia, zonas cercanas a la falla de La Rinconada donde se informó el epicentro a la altura de la localidad de Carpinterías en Pocito, a 40km de la ciudad capital de San Juan. Tras el sismo que tuvo una magnitud de Mw=6.46, el Presidente Alberto Fernández visitó la provincia y anunció, junto al Gobernado Sergio Uñac, una transferencia de $247 millones de pesos a los municipios para asistir inmediatamente a los y las damnificadxs por el terremoto. También anunciaron la construcción de viviendas nuevas a través de un convenio firmado con la Provincia de San Juan para promover y materializar el acceso a la vivienda y al hábitat.
La transferencia de los fondos a los municipios damnificados por el terremoto delega la responsabilidad de asistencia primaria a los municipios. Muchas intendencias municipales encararon de diferentes formas sus respuestas a las personas y familias en sus distritos. Para el caso de 25 de Mayo, no se ha realizado un relevamiento sistemático de los daños de las viviendas de las personas que habitan, en particular, en zonas alejadas de la sede municipal, aseguran los y las vecinas. “La gente del municipio no ha venido a ver qué es lo que pasa en los puestos de la Comunidad Talquenca. Sí vinieron una vez aquí al Encon, al barrio y trajeron algunas pocas cosas, pero no fue una ayuda para todos y para solucionar los problemas” sostiene Teresa Quiroga quien espera, al igual que toda la Comunidad Salvador Talquenca, una respuesta estructural para los daños que se presentaron en las viviendas de las familias tras el terremoto.

Fotos de viviendas de la Comunidad Warpe Salvador Talquenca en los puestos más cercano a la sede del Encón, Departamento 25 de Mayo. Fotos gentileza del Observatorio Ciudadano de Derechos Humanos San Juan.
Como si fuera poco, tras el terremoto, desde el 31 de enero pasado un frente de lluvias sostenidas intermitentemente hasta la fecha han dañado aún más las viviendas damnificadas. “En muchos casos nos dimos cuenta con las lluvias de las grietas que había en los techos y paredes. Yo vivo en una casa de Barrio en el Encón, un barrio viejo de más de treinta años, y allí mi techo se está filtrando. A muchas otras familias aquí les pasó lo mismo. Y en las casas de adobe en los puestos la situación es mucho peor, por eso pedimos nylon, cemento, palos, para cambiar los techos y “parchar”, aunque sea por el momento, hasta que pasen las lluvias”. En los puestos hay familias numerosas como las de Noemí González, Aurora Díaz, Marcos Reta, con niños muy pequeños y mujeres embarazadas viviendo en esta situación de extrema precariedad, con sus casas de adobe dañadas por el terremoto y las lluvias. Felipe Reta, un anciano de la comunidad warpe, es otro de los damnificados que, según Teresa Quiroga, ascienden a más de 20 familias aproximadamente.
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