La caída de la economía de abril es la más grande de la historia. Según fuentes privadas y oficiales el derrumbe supera el 40%. Si esa situación se sostiene corren peligro millones de empleos. Ya en marzo la industria cayó más del 15 % y la construcción más del 20%.
La otra razón que convence al Ejecutivo a flexibilizar la cuarentena y volver al trabajo es que en 18 provincias casi no hay contagios en los últimos ocho días. Si esto se sostiene la semana próxima la apertura económica puede ser mayor. La flexibilización será solamente para volver al empleo: de casa al trabajo y del trabajo a casa. No se propiciarán encuentros sociales.
El PBI nacional está fuertemente concentrado en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Ayer hubo 1 caso en Córdoba, 1 en Santa Fe y 1 en Mendoza. Todo indica que tiende a cero. De los 135 distritos bonaerenses en 85 no hubo casos de coronavirus.
Así y todo los gobernadores de Córdoba y Mendoza no están tan seguros de avanzar mucho en la apertura. Sí hay consenso en abrir un listado de 1500 fábricas en todo el país. Con eso la economía puede volver a funcionar al 70 %. La caída seguiría aún muy alta.
Orlando Ferreres dio a conocer el dato de inflación de abril: 0,8%. Ese registro muestra el derrumbe de la economía. Es la falta de ventas la que hace caer los precios.
La caída de la economía y la focalización de la pandemia en pocos distritos son las principales razones e la apertura. Pero también jugó un rol la presión de los medios. En el Ejecutivo comienza a haber temor a que ante tanto periodista quejándose de la cuarentena se germine el principio de focos de desobediencia civil. Algunos multimedios se pusieron en un papel firmemente opuesto al aislamiento social preventivo. La opción más viable no es la de los Clarín ni los Paolo Rocca, que desvincularon a 1.450 trabajadores pese al DNU antidespidos, sino la que arme el propio Alberto Fernández.
