Fue en un operativo antidrogas en el Penal realizado en el día de ayer. La mujer fue amenazada y soportó burlas de los uniformados.
Un procedimiento por drogas en el Servicio Penitenciario Provincial realizado ayer por la tarde, terminó de la peor manera para una mujer que circulaba circunstancialmente por el lugar y que fue obligada a oficiar de testigo de lo incautado.
Carolina Ávila contó que venía del dique de Ullum cuando al pasar por el Penal fue detenida por un policía quien le dijo que debía descender de la camioneta y acompañarlos hasta el interior del Penal porque necesitaba que fuera testigo del procedimiento antidrogas.
Según le informaron, una mujer intentó ingresar estupefacientes y fue descubierta por la requisa. La mujer les manifestó que no podía abandonar el vehículo y dejar a sus tres hijos solos -tienen 16, 12 y 6 a años- a lo que le dijeron que no podía negarse.
La mujer relató que nunca se identificaron y que solo dijeron que eran de la 30 -en referencia a la comisaría que hacía el procedimiento-.
La mujer que estaba vestida con bikini, ya que venía de pasar la tarde de uno de los complejos, y solo logró ponerse un vestido corto. Ya en el interior del Penal ella dijo no conocer a la mujer y no haber visto que quisiera ingresar droga, a lo que los uniformados le habrían respondido que se callara porque podrían llegar a considerarla cómplice.
Carolina también contó que fue víctima de burlas por parte de los propios policías y hasta tuvo que soportar frases muy subidas de tono.
Ahora la mujer dijo que denunciará el hecho ante la Secretaría de Inspección y Control de Gestión de la Seguridad.
