En la tarde de ayer las Socorristas en Red, Las Hilarias, brindaron una conferencia dónde difundieron datos sobre los acompañamientos a mujeres que que realizaron en la provincia en el año 2017.
Antes de dar a conocer los datos, hubo un pañuelazo en la Facultad de Ciencias Sociales, en el que participaron miembros de la comunidad universitaria, la Colectiva NI Una Menos, Frente Feminista Las Martinas, APDH, entre otro partidos políticos.
Uno de los datos relevantes fue que , seis de cada diez mujeres que acudieron en busca de ayuda para interrumpir sus embarazos ya tenían hijos, la mayor parte de las que tiene trabajo cobra menos del Salario Mínimo, Vital y Móvil y un 60 por se define como creyente.
Durante el 2017 “Las Hilarias” recibieron 93 llamadas pidiendo asesoramiento para interrumpir embarazos y 82 de esos llamados terminaron convirtiéndose en abortos con misoprostol. El colectivo feminista arrancó con su trabajo en el 2014 pero recién a partir del 2015 comenzó a conocerse más a través de las redes sociales y el de boca en boca.
El 68 pr ciento de las mujeres que fue acompañada durante un aborto en el 2017 tenía entre 20 y 29 años de edad; el 13 por ciento entre 30 y 34; el 8 por ciento entre 35 y 39 años. Los embarazos de adolescentes y púberes de 14 años o menos apenas representaron el 1 por ciento de los casos abordados y el porcentaje restante representa adolescentes de más de 14 y mujeres de más de 40 años.
El 57% de las mujeres que interrumpió un embarazo concurrió sola al primer encuentro con las socorristas. De las que fueron acompañadas por sus parejas, en el 64 por ciento de los casos saben del embarazo no deseado y están de acuerdo con la decisión. El 59 por ciento de las mujeres que abortaron ya tenía al menos un hijo.
En cuanto al nivel de instrucción, el 51 por ciento estudia y el 49 por ciento no. La gran mayoría de las consultas son de personas con estudios universitarios incompletos y con secundaria completa. Respecto de cuestiones laborales, el 69 por ciento cobra menos del salario mínimo, vital y móvil.
Otra de las preguntas que realizan las socorristas se relaciona con la religión. El 59 por ciento afirma ser creyente y el 41 por ciento dice que no tener una religión.
Finalmente se consulta cómo se llegó al embarazo no deseado. El 48 por ciento no usó método anticonceptivo (por decisión unilateral o de ambos), el 27 por ciento falló el método (entre los cuales se encuentra contar los días, usar mal un método o practicar el coitus interruptus) y el resto no contestó. El 78 porciento de las mujeres que abortó confesó no haber hecho nada antes de llegar a la consulta con las socorristas mientras que el 22 por ciento dijo que sí. Algunas de las cosas que hicieron fue punzarse la vagina con una lapicera, beber alcohol, tirarse desde un lugar alto, tomar distintos brebajes o remedios.
Por último, el 47 por ciento de las mujeres que decidió abortar dijo que tomó la decisión porque no desea ser madre en ese momento o con esa persona; el 25 por ciento respondió que tiene un proyecto de vida distinto en mente y que no incluye hijos, el 20 por ciento argumentó razones económicas y el porcentaje restante otras razones.
Luego se pudo realizar preguntas y a la hora de responder para derribar le mito, ya que mucho se habla de un trauma post aborto, las activistas cargaron esa «culpa que se debe tener» a la sociedad, porque cuando una mujer decide abortar, en la único que piensa es en resolver eso. Además relataron un caso dónde de la mujer tenía culpa de no tenerla, esto claramente es un mochila impuesta por el qué dirán, por la estigmatización que pesa sobre la mujer que decide interrumpir un embarazo, pero que no han tenido casos en donde la persona requiera un tratamiento psicológico.
Otra pregunta fue el costo de los medicamentos que se requieren, «hay farmacias que venden a 2000 pesos cada pastilla de oxaprost», manifestaron las activistas. La legalización del aborto no sólo amplia derechos a las mujeres, sino que corta con un negocio clandestino y de los grandes laboratorios y farmacias que lucran con la necesidad de las mujeres. Se va a caer.