Se trata Antonio Francisco Pérez, un empleado de limpieza de 61 años al que llaman “Rolando», fue acusado por internas una de 21 años y otra de 25. Hay otras dos denuncias pero las mujeres no pudieron declarar por su estado mental.
El titular del Primer Juzgado de Instrucción Benito Ortiz, procesó con prisión preventiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal a Antonio Francisco Pérez, empleado de limpieza de 61 años al que llaman “Rolando”, domiciliado en el Lote Hogar N 20 de La Bebida, Rivadavia . El hombre se desempeñaba en el Hospital Neuropsiquiátrico de Zonda.
Pérez, desde hace 5 años trabajaba para la empresa SIM SRL dentro del Hospital Mental de Zonda y cumplía tareas de jardinería y de limpieza en el internado, de modo que tenía contactos con los pacientes. Esto le sirvió para acercase a las internas a las que engañaba ofreciéndoles cigarrillos o yerba, en otras ocasiones usaba las amenazas o la propia fuerza para llevarlas a una oficina donde guardaba elementos de trabajo y las sometía.
Los abusos se conocieron a través de la denuncia de una de las internas de 21 años, en septiembre del año pasado recurrió a una enfermera y le contó que este empleado de limpieza se había metido a su habitación y la había manoseado. Sin embargo “Rolando” continuó trabajando. En diciembre pasado, esa chica de 21 años volvió a denunciar abusos a través de una carta elevada a la dirección. Esa joven después declaró que el empleado la había accedido carnalmente. Incluso contó que fue sometida junto a otra paciente, de 25 años, la que también era ultrajada de hace tiempo.
En la causa también se investigó los presuntos ataques sexuales a otras dos mujeres, de 35 y 59 años, pero no hubo pruebas fehacientes y por el momento le dictaron la falta de mérito en esos casos. No se llegaron a comprobar estos dos últimos hechos porque no pueden tomar declaración a las víctimas por sus estados mentales.
El testimonio de la víctima fue conformado por otro paciente que alcanzó a ver el momento en que el tal “Rolando” abusaba de esta última chica y otra paciente en un sector fuera de las habitaciones. Otra interna también declaró que el imputado les ofrecía cigarrillos, azúcar o yerba para tener sexo con ellas.
El informe psicológico sobre el acusado indica que “tiene dificultad en el área de la psicosexualidad, la cual posee características de tipo infantil e inmadura” y presenta una personalidad con aspectos deficitarios en el área de la afectividad, con egocentrismo, omnipotencia e inmadurez psicoafectiva, según fuentes del caso.
