Kim Jong-un y su par Moon Jae-in realizaron una ceremonia en la frontera entre los dos países, en guerra desde 1953. Acordaron los pasos hacia la desnuclearización. La reacción de Trump.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, participaron en una simbólica ceremonia al plantar un árbol en el marco de la histórica cumbre que celebran en la frontera entre los dos países.
Ambos plantaron y regaron un pino (considerado una suerte de árbol nacional en los dos países) y desvelaron una placa conmemorativa en la que se grabaron las firmas de los dos mandatarios y en la que se lee: «Estamos plantando paz y prosperidad».
«Espero que como este árbol, nuestra relación se mantenga siempre verde, incluso en invierno», dijo el líder norcoreano tras concluir la ceremonia.
El pino germinó en 1953, año en el que se firmó el alto el fuego entre los dos países, las palas empleadas se han hecho con madera de un árbol típico del Norte y con acero sureño y la tierra para abonar el árbol procede de los volcanes Halla y Paektu, los picos más altos y venerados a cada lado de la frontera.
Tras la ceremonia, ambos líderes acordaron dar pasos hacia «la completa desnuclearización» de la península aunque no anunciaron medidas específicas. «Sur y Norte confirmaron su meta común de lograr una península libre de armas nucleares a través de una completa desnuclearización», rezó la declaración firmada por ambos líderes. «Una nueva Historia empieza desde ahora, el momento en que empieza una era de paz», escribió Kim en el libro de honor, mientras Moon aludía a «una Península Coreana libre de armas nucleares», según la agencia de noticias EFE.
La histórica cumbre, ya provocó las primeras reacciones. La principal fue del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien dio por terminada la guerra con Corea del Norte.