El Presupuesto 2018 contiene un duro ajuste de 1 por ciento para el Ministerio de Salud, si se pondera el dinero que recibirá con una inflación promedio de 15,7 por ciento el año próximo. El programa de vacunas reduce sus recursos un 12 por ciento, el de VIH/SIDA se achica un 11,8 por ciento, en Médicos Comunitarios se disminuye un 38,3 por ciento y en Madre y Niño un 12,7 por ciento, entre otros.
A pesar de las continuas afirmaciones del presidente Mauricio Macri y de su ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, acerca de que el Presupuesto 2018 no implica ajustes importantes en áreas sensibles o de fuerte impacto social, el dinero que oficialmente el Gobierno proyectó en Salud los desmiente: por un lado, desde que el líder de Cambiemos llegó a la Casa Rosada se pasó del 2,4 por ciento destinado por el kirchnerismo a esa área para 2016 a un 1,94 por ciento del total presupuestado por el actual oficialismo para el próximo año; y, por otro, la estimación económica para el siguiente ejercicio implica un duro ajuste de 1 por ciento para el Ministerio de Salud en comparación con el año pasado, si se pondera el dinero que recibirá con la inflación promedio de 15,7 por ciento estimada por el Ejecutivo.
La cartera que conduce Jorge Lemus recibió en 2017 $49.453 millones, mientras que para 2018 Macri decidió darle $56.486 millones, lo cual significa que en términos nominales tendrá un 14 por ciento más, pero la variación real -la que contrasta ese número con la inflación promedio de 15,7 por ciento estimada por el Gobierno para el próximo año- arroja un negativo de 1 por ciento.
Según datos que publicó el exviceministro de Salud Nicolás Kreplak a través de su cuenta de Twitter, el profundo ajuste que determinaron Macri y su equipo económico en el área de la salud en el marco de una marcada reducción del Estado se explica en la disminución de fondos para diversos programas dirigidos a sectores de gran vulnerabilidad.
«El programa de vacunas reduce 12 por ciento el presupuesto con meta de inflación del 15,7 por ciento», puntualizó el exfuncionario respecto del achique en el plan de distribución de vacunas proyectado para el año próximo.
En cuanto al Programa de Madre y Niño, el ajuste presupuestario alcanza un 12,7 por ciento, que, según explicó Kreplak, significa que los beneficiarios podrán comprar «5 millones de kilogramos de leche menos» y que se «reduce 60 por ciento presupuesto en salud adolescente».
En este mismo sector, es decir la asignación de recursos en salud de la madre y el niño, en 2017 Macri también había aplicado un ajuste brutal del 48 por ciento.
Otro destino de fondos que achicará el Ejecutivo de Cambiemos es Reactivos para bancos de sangre, que tendrá un ajuste del 42,9 por ciento en las metas de distribución, que se suma a la reducción del 80 por ciento que sufrió en 2017.
También los ciudadanos que reciben asistencia del Estado a través del programa de VIH/SIDA sufrirán el Presupuesto PRO 2018: la reducción en ese sensible sector de la población será de un 11,8 por ciento, y, además, se le sumó el programa de tuberculosis para la distribución de esos mismos recursos.
Según Kreplak, en el caso de Médicos Comunitarios la reducción será del 38,3 por ciento, es decir que los «trabajadores de salud en salitas de todo el país» también tendrán un fuerte ajuste.
«Incluir Salud, asistencia a beneficiarios de pensiones no contributivas, calcula 132.905 menos sujetos de derecho alcanzados», precisó el médico sanitarista docente de la UBA, mientras que también señaló que en el caso del exRemediar el ajuste será de un 19,3 por ciento.
Otros programas ajustados para 2018: reducción de 14 por ciento en los programas de atención sanitaria en territorios a expensas de 73 por ciento de controles menos y 50 por ciento menos de vacunas; ajuste del 9 por ciento del presupuesto para la lucha contra el Chagas y otras; recorte del 57 por ciento para el Instituto Nacional de Medicina Tropical.
Ilustración: Manel Fontdevila