En la tarde del martes se conoció el nuevo aumento decidido por el Poder Judicial. Con el segundo aumento en lo que va del año, los jueces tendrán sueldos que van desde 160 a 300 mil pesos.
La Argentina es un país de contrastes. Parece una de esas frases hechas, que escuchamos todo el tiempo. Pero hay veces que los contrastes son tan brutales que cuesta mantener la calma.
Esta semana se conocieron los datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica. Según los datos, 8,5 millones de personas viven en la pobreza. Pero 6 millones sufren “inseguridad alimentaria, la reducción involuntaria de la comida por motivos económicos”. O sea, pasan hambre. La mayoría son chicos y chicas.
Esta semana se conoció la propuesta del gobierno nacional para la reunión del Consejo del Salario que fijará el mínimo, vital y móvil. Los ministros que cobran $183.000, en acuerdo con los sindicalistas que no se quedan atrás, quieren fijar el mínimo en $9.672. Un 40% del valor de la canasta familiar.
Tan brutal como el dato que se conoció, también esta misma semana. La Corte anunció el segundo aumento del año para todos los integrantes del Poder Judicial. Al 10% otorgado en marzo, se agrega un nuevo 10%. Y no es el último: para octubre tienen previsto un tercer tramo. La “clásula martillo” podríamos llamarla.
El beneficio incluye a los empleados judiciales, que cobran salarios, pagan impuestos y son obviamente muchísimo más bajo que los de los jueces.
Y, ¿cómo quedan entonces los sueldos de la corporación judicial? Un juez de primera instancia – con 15 años de antigüedad por ejemplo – pasará a cobrar $160.000 brutos por mes.
Un juez de la Cámara Federal con los mismos años de antigüedad cobrará $200.000 en bruto. Los ministros de la Corte Suprema llegarían a los $300.000 en bruto, según calculó el diario La Nación.
Más de 35 salarios mínimos. Y con una ventajita: no pagan impuestos.
Fuente: La Izquierda Diario