A partir del 29 de junio, las cámaras de la industria farmacéutica advirtieron que estará rescindido el «convenio» con el PAMI.
«A partir de esa fecha, los medicamentos estarán disponible en las farmacias, pero ya no tendrá la cobertura» avisaron desde el sector. Para decirlo de manera sencilla, los jubilados recibirán los remedios, pero sin descuentos, teniendo que abonar la totalidad del importe.
«El PAMI rescindió de manera unilateral el convenio con la industria farmacéutica de dispensación de medicamentos a partir de las 00:00 horas del próximo 29 de junio» dice el texto difundido por las tres cámaras, CAEME, CILFA y Cooperala. El 27 de abril, vía carta documento; Sergio Cassinotti, actual titular de la obra social, notificó a las tres cámaras que daba de baja el convenio y llamaba a iniciar, durante 60 días, una nueva renegociación.
Tras varias reuniones y planteos cruzados, los laboratorios subieron la apuesta al recordar que el 29 de junio no habrá más cobertura del PAMI para los medicamentos. «Dejamos constancia que este es el cuarto contrato firmado durante los últimos dieciséis meses que PAMI no cumple, en los que la industria farmacéutica puso su mayor esfuerzo para evitar que una alteración del convenio terminase afectando la prestación a los jubilados» agrega el comunicado.
Hace unos 10 días, Cassinotti negó que se vayan a recortar los «beneficios para el afiliado» de la obra social de los jubilados, y ratificó la cancelación del actual contrato anual por medicamentos, aunque aclaró que «las prestaciones tienen que continuar con la misma manera», hasta que se llegue a un nuevo convenio. «El segundo martes de cada mes se paga un porcentaje y se completa el 23 de cada mes. Estamos pagando lo que se debía pagar», indicó.
Insólitos requisitos para seguir con los descuentos
A través de la Disposición Conjunta 0005-17, el PAMI estableció que sólo se les otorgará el subsidio social a aquellos que cobren menos o el equivalente a 1,5 haberes previsionales mínimos (8491,7 pesos mensuales). Pero podrán quedar excluidos dos grupos importantes, que afectan a la clase media: quienes ya cuenten con una prepaga y los que tengan un vehículo con una antigüedad menor a 10 años (salvo quienes tengan un certificado de discapacidad). Tampoco podrán adquirir medicamentos