Aunque la nueva medición ya está lista, desde el Ejecutivo prefieren dejarla en pausa hasta que la situación sea «más estable».
El gobierno sigue retrasando la implementación del nuevo índice de precios, a pesar de que el Indec tiene todo listo desde marzo.
El nuevo cálculo podría arrojar un número bastante más alto que el que se viene informando hace meses, algo que no jugaría a favor de la imagen oficial.
La propuesta es reemplazar la canasta de bienes y servicios de 2004, que se usa actualmente, por una mucho más actualizada, basada en los hábitos de consumo de los argentinos de 2017-2018.
Esto incluiría un mayor peso para sectores como los servicios y la tecnología, que estuvieron subiendo significativamente en los últimos años.
La nueva metodología del Indec para medir la inflación se queda en pausa
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, justificó la demora asegurando que el gobierno prefiere esperar a que “la situación esté estable” antes de aplicar el nuevo índice.
Según analistas, no se trata solo de una cuestión técnica: con el nuevo sistema, la suba de precios quedaría más expuesta.
De hecho, el economista Martín González Rozada estima que la inflación de 2023 habría sido del 133,6% con los nuevos ponderadores, lo que se aleja bastante de la cifra oficial del 117,8%.
El gobierno evita actualizar el índice en un momento tan delicado, ya que el nuevo cálculo podría desmentir algunas de las afirmaciones oficiales sobre la recuperación del poder adquisitivo.
Según el economista, si se aplicara la nueva metodología, los salarios reales quedarían por debajo de los niveles de noviembre de 2023, lo que explicaría la caída del consumo masivo.
Fuente: https://www.datadiario.com/
