Hacía meses había perdido terreno a manos de Manuel Adorni y presentó la renuncia. La misma habría sido pedida por Karina Milei.
El secretario de Prensa del Gobierno, Eduardo Serenellini, presentó este martes la renuncia al cargo por «motivos personales«. Según pudo saber este medio, la salida de Serenellini fue pedida por Karina Milei.
La noticia fue confirmada por el saliente secretario a través de su cuenta de Twitter. «Por razones personales he presentado mi renuncia al cargo de Secretario de Prensa de la Nación al presidente Javier Milei. Agradezco su confianza y conservo una gran amistad», comentó escueto.
Después de varios meses de especulaciones y operaciones cruzadas, el secretario de Medios, Eduardo Serenelli fue eyectado de su cargo. El ex periodista estuvo durante poco más de un año en la cuerda floja, cuestionado por su mala gestión al frente de la secretaría que se encuentra bajo la órbita de la hermana presidencial, Karina Milei.
La decisión se tomó este martes tras una cumbre en la Quinta presidencial de Olivos, donde el presidente Javier Milei recibió al ahora ex secretario para acordar las pautas de su renuncia. El ex funcionario alegó «motivos personales» para dejar su cargo, pero lo cierto es que desde hacía meses cosechaba una rivalidad indisimulable con el vocero presidencial Manuel Adorni, quien logró acaparar todo el manejo de la comunicación gubernamental, dejando a Serenellini como un mero orquestador de reuniones, sin ningún peso político real.
Quienes estaban al tanto del conflicto, afirman que la interna entre ambos había escalado al fuero personal. «No se podían ni ver», dijo una voz autorizada a Tiempo para exponer las dificultades con la que se manejaban ambos secretarios con rango de ministro. Tanto así, que durante la visita de Giorgia Meloni en noviembre, se impartió la orden de no darle lugar a Serenellini entre los funcionarios que estuvieron presente en el acto ejecutado en el Salón Blanco de la Rosada.
A pesar de que Serenellini intentaba mostrar lo contrario en las numerosas reuniones que encabezó con diferentes agentes del espectro político y social -la última fue con la Sociedad Rural en Casa Rosada en medio de los reclamos por la baja de las retenciones-, lo cierto que su injerencia dentro de la gestión era nula. Tal es así, que muchos incluso se animaban a referirse a él como «Serenito», un menosprecio llamativo para un secretario con aspiraciones ministeriales.
Fuente: https://www.tiempoar.com.ar