Reseña de Hugo Muleiro
El relato optimista del Gobierno en torno de la marcha de la economía empalidece al lado de los títulos principales que cada día despliegan Clarín, La Nación e Infobae, con una descripción eufórica que ignora de manera alevosa el diario padecimiento de la población y se anima incluso a consejos amables, de buen compinche: “Inflación, dólar, Trump y Cristina: a Milei se le alinean los planetas pero conviene no agrandarse, Chacarita” (primer título de Clarín digital en la mañana del 16/11).
Este esfuerzo editorial, además, se asienta en la fugacidad dada a los hechos más conflictivos en el oficialismo y sus aliados, como el enfrentamiento público entre Milei y Victoria Villarruel, el choque con los industriales y la errancia en el plano internacional, por citar algunos casos.
En el despliegue de cada día de los temas principales de Clarín, La Nación e Infobae hay un mecanismo que parece ya automatizado, por su machacosa frecuencia: una presunta “buena noticia” en el plano económico –índices financieros, dólar, el supuesto fin de la inflación- tiene como compañía casi infalible un anuncio adverso a la oposición, empezando por el peronismo siempre vinculado a acusaciones de corrupción y, segunda opción, los no muchos sindicatos que resisten políticas oficiales.
La apertura a importaciones de productos que la Argentina genera es anunciada siempre con la óptica de una baja de precios, algo que cualquier consumidor percibirá con simpatía, y nunca contrastado con las consecuencias para las empresas nacionales, incluyendo las que son propiedad de quienes aportaron significativamente a la llegada de Milei a la Rosada.
Un ejemplo claro de estas estrategias es la coincidencia de los tres medios en dejar en lugares casi invisibles y fugaces el enésimo aumento de los combustibles que castiga a la población a partir de diciembre. Incremento que, es bien sabido, impacta inmediatamente en la economía de todo el sistema y caerá sobre los precios de productos elementales, diga lo que diga después el índice inflacionario oficial.
Quien tiene la osadía de resistir acciones del Gobierno recibe contundentes titulares de castigo, dirigidos a generar el repudio social: “Otro boicot del gremio de los pilotos contra Aerolíneas (4/11, al tope de Clarín impreso y digital); “Otro paro salvaje en Aeroparque” (7/11, Clarín); “El Gobierno prepara un anuncio para terminar con los piquetes aéreos” (8/11, Infobae); “Después de un paro brutal, desregulan el servicio de rampas en aeropuertos” (8/11, al tope de La Nación).
Clarín y La Nación ofrecieron sus anticipos acostumbrados sobre decisiones judiciales contra Cristina Kirchner, en este caso el fallo de Casación. Es un hábito llamativo porque estos títulos, detalles y hasta párrafos textuales no hacen más que mostrar los dispositivos que controlan las decisiones tribunalicias, mientras varios columnistas se esmeran en alabar a esta “justicia independiente”. Pareciera una mera ostentación de poder y acaso un aviso a futuros adversarios, incluidos los hoy apoyados por el “amigo Héctor”.
Los avatares intrincados del proyecto de “ficha limpia” causaron incomodidad a estos medios, porque los rumores de acuerdo entre mileistas y kirchneristas para no dar quórum en Diputados se opone al rasgo que más aprecian del titular de la Rosada: destructor del Estado y héroe antiperonista. Aunque la aparición de Macri y sus acólitos como promotores de la honestidad es uno de los pasos de comedia más hilarantes de la historia política de las últimas décadas, se publicaron expresiones preocupadas por el futuro de la coalición política en el poder.
La pregunta inquieta que subyace es: ¿cómo se mantendrá ahora el acuerdo entre mileismo y la Ndrangheta argentina, que incluye facultades extraordinarias al Ejecutivo, “ley Bases”, aval para el ataque presupuestario a las universidades y, aquí hay plata grande, manos libres para el endeudamiento externo?
Y hablando de Roma –más preciso sería decir Calabria-, caso llamativo se dio con el gobierno porteño. El 20/11, Clarín tituló en tapa: “Aulas sin celular, 6 de cada diez chicos prestan más atención”. El mismo día La Nación tituló en tapa: “Cambio en la escuela. Desde que se prohibió el celular se presta más atención en clase”. Clarín lo puso al pie de la portada. La Nación lo puso al pie de la portada. Es conocido el ocultamiento mediático de los dramas de la Ciudad desde que el clan Macri la tiene bajo su pie, pero no deja de llamar la atención este tratamiento idéntico, característico más de un espacio tarifado o publicitario que del “periodismo independiente”.
Acaso el intendente vicentelopeño imite costumbres de su aborrecido predecesor, pero nada es para siempre y los contratos hay que renovarlos: El 26, la tapa impresa de Clarín sorprendió, y mucho, con una mala noticia para el macrismo capitalino: “Otra fuga de presos. Se escapan once de una comisaría de la Ciudad”. Hay cada amigo…
PARA QUIENES GUSTAN DE LOS NÚMEROS. NOVIEMBRE:
TÍTULOS A FAVOR DEL OFICIALISMO: 52,0 %
TÍTULOS DESFAVORABLES AL OFICIALISMO: 17,2 %
TÍTULOS EQUIDISTANTES/NEUTRALES: 30,1 %
TÍTULOS FAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 5,1 %
TÍTULOS DESFAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 89,7 %
TÍTULOS EQUIDISTANTES/NEUTRALES: 5,1 %
TOTAL DE TÍTULOS DE ACTUALIDAD POLÍTICA Y ECONÓMICA: 621
FAVORABLES AL OFICIALISMO:
MÁS DESFAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 62,6 %
DESFAVORABLES AL OFICIALISMO:
MÁS FAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 13,8 %
EQUIDISTANTES PARA UNOS Y OTROS: 23,5 %