Estamos “asistiendo” a un “estado” de negación del Otro. Para el “despersonado-desrealizado” que preside la administración, hacia afuera de su entorno no hay “reconocimiento”, no hay “el Otro”. Y que por el síntoma que exhibe, no lo hay, hacia afuera de “su contorno”.
Y, como definición de la semejanza “política” que los agrupa: hacia afuera de sus entornos no hay “reconocimiento”, no hay “el Otro”.
Dice, la Artista, Cantante, Liliana Herrero -También profesora de Filosofía- “Delante del presidente no hay cuerpos”……. “Delante de ellos no hay cuerpos”…….
Y, desde esa significación, puedo pensar, cual es la “situación” de los adherentes y del adherido. Que son, para mí, estos, y cómo es la relación que los sitúa.
Después de “ellos” no existe “el Otro”, por lo tanto, no hay actos, consecuencias, sucederes, sostenidos en “la consideración”.
Quienes sabemos de la Otroriedad, quienes sabemos del Otro, quienes sabemos que el “Hombre” tiene el Lenguaje porque “es” con el Otro. Que somos Sujetos-haciéndonos-Sujeto. Que nos construimos como Sujetos Sociales.
Y al conceptualizar al “Sujeto Social”, Que es la intersección, de: el Sujeto Deseante, el Sujeto Cognoscente y el Sujeto Productivo. Este último, es el que mas expone el Dominio de lo Público, porque es, donde “es puesto” para hacer su Vida, para mantener su Vida…….
El síntoma que define al elegido y su corte, es “la hostilidad que les provoca lo público”. Y algunos territorios de lo público, les hace explotar el brote psicótico, por ejemplo: El Territorio, ese, que denominamos “Universidad Pública” y cuanto atraviesa a quienes lo Habitan. El suceder en él es todo hostilidad, para aquellos que son “el gobierno que está”, para su perversidad de mercado y para su modo de ignorar lo que ignoran.
Lo que sí…….no debemos desconocer, que entre tantas quejas, escuchadas, leídas, acusadas, desde los votantes o no, contra el ejercicio de la política como administración, son: “que no responde”, “que no establece relación”……. Ahora, en este deterioro que habitamos, lo que se establece, entre el “elegido” y sus adherentes es “una dirección con doble sentido”. Aquí ya no es posible aquella queja…….”los adherentes , los votantes, si tienen “una respuesta”…….bueno: un garabato de una respuesta.
Ya que: entre el elegido y sus adherentes, sus conductas, y la relación establecida con sus adherentes, es lo que yo defino como “similar al más dañino de los dogmas”. Y lo voy a señalar desde ahí.
El “elegido presidente” es, “el creído”. Los del cortejo “de intimidad” que lo ronda, son envestidos con los pliegues de aquella creencia, y también se suponen “creídos”. Y después de ellos, con “la esperanza” correspondiente a la conformación del dogma, “son” “los creyentes”. Entonces en el medio, entre “creído” y “creyentes” hay un vacío, no hay ahí Racionalidad, no hay ahí Empatía, ahí no es definido “el Reconocer”, nada de esto es posible, ya que están en el Dominio del Dogma.
¿Es posible naturalizar aquella negación”? Si.
¿Es Saludable, es Convivencia, es Sociabilidad, naturalizar aquella negación”? NO
¿Es posible el establecimiento de aquella similitud, que se manifiesta en el depósito de toda la Razón en “el creído” Sí…….y eso es el Nazismo…….Aquí, el horror es extendido desde la compasión, desde la aceptación del dogma.
Veamos esto que denomino:
Similar al más dañino de los Dogmas
Dice Sartre: “Pues el ser de un existente es, precisamente, lo que el existente parece. Así llegamos a la idea de fenómeno………………………………………
Relativo sigue siendo el fenómeno, pues el “parecer” supone por esencia alguien a quien parecer…………………………………………………………………
El fenómeno puede ser estudiado y descrito en tanto que tal, pues es absolutamente indicativo de sí mismo”.
Así miro el fenómeno de adherencia, aun, al actual “elegido presidente”, por lo que dicen sus adherentes en los medios, por lo que publican en las redes sociales y por lo que escucho de estos en las calles.
Y el fenómeno que veo, es que la relación entre, la mayoría de sus votantes y “el votado”, es una relación similar a la que establecen: el creyente con el santo o, el creyente con el “creído” que le “hace milagros” y hasta les “provoca” sufridas peregrinaciones.
Entre el creyente y el santo, existe un vacío, un abismo, ya que ese “espacio” no se puede llenar con racionalidad, con conceptos, con argumentaciones. Ya que la relación es construida en el dominio del dogma. La situación es propia del “pensamiento mágico”. La verdad revelada de la religión “es el dogma”.
Por lo tanto, es la debilitación de la Subjetividad de aquellos individuos “depositantes” de la racionalidad.
Entonces: todo lo dicho, todo lo comentado, todo lo sentido, está alrededor del creyente. Enviste al individuo con ese carácter.
“Creyente”: el que fundamentalmente cree, el que sólo cree, ya que esa creencia asocia su vida con su muerte.
Todo lo constituyente de la relación está en el creyente, en su necesidad, en su De-Subjetualidad, en su debilidad de arraigo. Todo está alrededor de su cuerpo y de su movilidad, en sus posturas, en su corporalidad, en él están sus mantras y sus mudras, que son los dichos y gestos que artificialmente le satisfacen su necesidad de “comunicación”, que no es comunicación…….porque no hay un “otro”, no hay gestos “del creído”.
La relación de la mayoría de los votantes del ahora “elegido presidente”, es similar a la que apunto.
Este “creído” “elegido”: está, existe, y pone su prédica, sus antojos y sus traumas y su palabra, cuenta y argumenta sus proyectos para la administración del país.
El vacío, el abismo entre él y la mayoría de sus votantes, es territorio ocupado por la ignorancia del adherente.
La ignorancia que ignoran, conforma ese vacío entre estos “votantes-creyentes” y “el votado-creído”.
Es una situación dogmática.
El fenómeno de la adherencia a este “presidente” es del dominio del dogma.
Ahora: “el votado” dice ser “Liberal”, la mayoría de los votantes desde los cuales veo el fenómeno, no saben que “cosa” es “el liberalismo”. Más, aun, ni sabían que existían quienes, mirándose el pupo, pudiesen teorizar sobre el “Hombre” y sus necesidades.
Entre los adherentes del ahora “presidente”, desde los cuales veo el fenómeno, hay una construcción de “fascinación”.
La Fascinación es del dominio de la enajenación. La fascinación es pasividad, es alienación.
Activa, es la Seducción, que es del dominio de la Conciencia.
La “fascinación”, constituye la mayor proximidad entre el “creyente” y “el creído”. Es “el creyente” encendiéndole una vela al “creído”. Agradeciéndole “el milagro” o la “vida”……. “el votante” agradeciéndole “al votado” que será la libertad…….y que desde ahí avance ???
La ignorancia que ignoran, es lo que conforma ese vacío entre estos “votantes-creyentes” y “el votado-creído”. La conformación de esa relación de dogma, es muy peligrosa en la conformación Social, es muy amenazante en la construcción de la Sociabilidad.
Es una situación propicia de daño, como lo es el dogma religioso invadiendo el dominio de lo público: El “votado-creído”, es un Individuo con poder de fascinar, al dispuesto a la creencia. Y si aumentase el número de sus creyentes, que ignoran su ignorancia, aquel será puesto en un lugar de propietario único de la Razón.
Entonces:
Tomo la “negada” respuesta de la política que administra, a sus votantes. Y desde lo que escuché de Liliana Herrero, cuando ella dice, “delante de ellos no hay cuerpos”.
En esta situación de “creyentes” y “creído”.
1-Desde el “creyente” al “creído”, no hay cuerpo (el creyente “frente” al santo, a la virgen, no pretende “un cuerpo”. Pretende el amparo, la salvación, el milagro…….diluir la Finitud)
creyente creído
2- Desde el “creído” al “creyente”, no hay cuerpo.
creyente creído
(Creyente= adherente, votante……)
(Creído= el elegido presidente)
creyente creído
(eso es…….y “aquí está la respuesta a la vieja queja en la democracia)
Lo terrible de esta relación, establecida en el “dominio del dogma” invadiendo la administración de “lo público colectivo”, es que, si “el creyente” considera la posesión de la totalidad de la Razón en el creído, eso es: nazismo…….eso es: nazismo
“delante de ellos no hay cuerpos”…….
claro: ni delante de los creyentes, porque son “creyentes”, ni delante del creído…….
(Asistimos a la negación, desde los que administran, de la humanidad que es el Otro, y que ellos niegan.
Si no reaccionamos, afianzamos aquella negación, nos negamos e ignoramos el reconocimiento que nos hace humanos.)