En un año donde las mujeres corremos más riesgo de morir en manos de nuestras parejas o ex parejas o por algún desconocido, que por coronavirus, las calles de San Juan albergaron a 9 mil mujeres y disidencias con un reclamo contundente: VIVAS, LIBRES Y DESENDEUDADAS NOS QUEREMOS.
No fue un 8M ni 9M cualquiera, las noticias diarias por los femicidios no cesan, la crisis golpea, la indiferencia sigue siendo moneda corriente. Nuestro reclamo sigue sin ser escuchado. Nosotras somos la deuda.
En el día de ayer 9mil mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries marchamos y paramos, para que nuestro trabajo sea reconocido, seguimos cobrando un 27% menos que los varones por igua trabajo, somos las que sostenemos un sistema que nos precariza y excluye de los puestos de poder, somo las únicas que tenemos a cargo las tareas de cuidado, eso no es amor, es trabajo no pago.
«Nos tienen miedo porque no tenemos miedo» se escuchaba por miles en las calles, pero a decir por los 70 femicidios que cuenta este 2020 es miedo latente está.
La juventud que caminaba las calles, las que van siempre, las de antes y las de ahora, las que iban por primera vez, las que llevaban un pañuelo celeste y las del pañuelo verde, las que desde sus lugares de trabajo mostraban una señal de apoyo a la marea que pasaba, todas ellas saben que cada 16 horas nos matan y eso, coincidas o no en otras cosas, eso te hermana, hace imposible no sentir que si tocan a una nos tocan a todas.
En el documento final, se recordó las luchas que hace más de 100 años llevamos las mujeres, por derechos cívicos, derechos laborales, derechos sexuales, el derecho a la tierra, a vivir sin ser envenenadas con agrotóxicos y saqueadas por una minería brutal. Se recordó a las víctimas de femicidio de San Juan. Se dejó en claro que, pese a que en los medios la culpa siempre es nuestra, y que suelen decirnos cómo y qué reclamar, ahí estaremos en las trincheras, señalando al violador, al femicida, al violento porque no contarán nunca más con la comodidad de nuestro silencio.