El juez Guillermo Adárvez dispuso que espere su juicio en alojado en el Servicio Penitenciario.
Este miércoles, el padre Walter Bustos pasó por Tribunales y se presentó ante el juez Guillermo Adárvez quien lo procesó con prisión preventiva. La situación de Bustos quedó muy comprometida por su condición de autoridad religiosa. Según consta en el texto del auto de procesamiento emitido por el Tercer Juzgado de Instrucción, se priva al cura «de su libertad por el delito contra la integridad sexual, en concurso real» en perjuicio de los chicos que tienen 15, 21 y 24 años.
Adárvez tomó la decisión a días de que se inicie la feria judicial y se espera que el cura llega al juicio tras las rejas en el 2019.
En el caso de una de las presuntas víctimas, el delito es contra la integridad sexual «doblemente agravado por el daño en la salud y por la calidad de ministro de culto, y corrupción agravada».
Por otro lado, en relación a la segunda presunta víctima el delito es «gravemente ultrajante agravado por la calidad de ministro de culto». Por último, en el tercero, es «gravemente ultrajante triplemente agravado por daño de la salud, por haber estado encargado de la guarda y por la calidad de ministro de culto en perjuicio».
Además se le trabó un embargo a Bustos sobre sus bienes por un millón de pesos para cubrir los daños efectuados.
El magistrado consideró los dichos de los sobrinos y luego le tomó declaración. La abogada Andrea Rodríguez, defensora de los sobrinos del cura, había pedido una revisión de la caratula inicial y que se aplicara un agravante en la causa del cura ya que consideraba que producto de lo que el hombre realizó sobre los niños generó una reacción en consecuencia contra una prima de 5 años de edad.
A mediados de noviembre, tras dos meses detenido en la Central de Policía, el presbítero Walter Bustos fue trasladado al Servicio Penitenciario Provincial.
