Luego del reencuentro con su madre el 11 de julio, Nadia Rojas quedó en un refugio para víctimas de violencia de género del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Allí fue vista por última vez a las 7 de la mañana del jueves 3 de agosto.
A las 10:30 de ese día se esperaba su declaración en cámara gesell en la investigación que se sigue por su primera desaparición, entre el 9 de junio y el 11 de julio pasados. El caso está en el juzgado de Canicoba Corral e investiga el fiscal Federico Delgado. En el Enredando las Mañanas del martes 8 de agosto nos comunicamos con Facundo Vicente, abogado de la mamá de Nadia. Por RNMA
Comenzamos preguntando y preguntándonos ¿cómo es posible que alguien que está al cuidado del Estado, en las condiciones particulares de esta adolescente de 14 años, con el riesgo que corre, pueda desaparecer’. El Dr. Vicente explicó que “El tema es que el Estado no tiene refugios idóneos para estos casos. Las primeras tres semanas desde que se recuperó a Nadia Rojas de la primera desaparición, estuvo en un centro de atención transitoria y ahí la menor se pudo adaptar, se empezó a llevar bien con los asistentes sociales, se juntaba con la madre, iba a una especie de colonia, se distraía. Ahí estuvo bien y pudo empezar a denunciar y a detallar las situaciones de explotación sexual que había padecido en la primera desaparición. Ahora bien, el Estado, cuando toma conocimiento de las primeras denuncias, los primeros detalles, decide llevarla a otro instituto más cerrado y es donde la menor desaparece, a las 48 horas del primer lugar”.
“En este segundo centro hay un régimen más estricto y horarios que cumplir, ya no podía ir a la colonia. Según surge de los informes, la menor ya se sentía mal, se sentía encerrada y es lógico. Es una menor, de 14 años, víctima de una red de trata, víctima de una explotación, la aislaron de la madre y prácticamente la encierran en ese refugio. Fue un traslado traumático. La menor empezó a hablar y padeció en los hechos lo que parece ser una sanción, una restricción aún más de su libertad”, agregó el abogado.
La decisión de este traslado fue administrativa, la responsabilidad es de las autoridades competentes, dentro de la esfera del Consejo del niño y de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En este sentido el Dr. Facundo Vicente señala que “Es el protocolo habitual que tiene el Estado para manejarse en estos casos, que hay que revisarlo, que no puede ser. Hay que crear otro instituto para que las menores víctimas no sean revictimizadas por el Estado. De esto se habla mucho, pero en los hechos sigue todo igual”.
Mientras tanto, Nadia continúa desaparecida. El abogado estuvo el día lunes en Comodor Py, tanto en la fiscalía como en el juzgado y no le dieron ninguna novedad sobre el paradero de Nadia. El día miércoles 9, en horas de la mañana, familiares, amigos y organizaciones de Villa Lugano manifestaron visibilizando la desaparición de la adolescente en la esquina de Callao y Corrientes.
Estas acciones y la investigación de los allegados a la joven fueron el motor para que Nadia apareciera tras 32 días de haber sido retenida. Fue su mamá Elena y los vecinos, vecinas, las compañeras y compañeros del secundario, docentes y organizaciones del barrio de Lugano quienes aportaron los elementos para que la justicia investigara y aún así, cuando el fiscal titular de la fiscalía N.º 57, Anselmo Castelli, decidió dar un paso al costado por entender que estaba frente a un caso de trata, el juez federal Canicoba Corral, en quien recayó la causa, decidió declararse incompetente. Hubo que recurrir a la instancia superior, tanto por parte del abogado de la familia como del fiscal federal Delgado, para que Canicoba asumiera la investigación. El Estado ya había incumplido sus obligaciones con Nadia. Ahora suma la responsabilidad directa por su segunda desaparición.
Fuente: ANRed. Foto: ANRed