Están interesadas en el desarrollo de proyectos vinculados al cobre, un recurso de gran potencial en el país, donde el único emprendimiento es el de Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, que presenta rendimientos decrecientes al acercarse al fin de su ciclo de vida.
«El país tiene una cantidad de recursos muy importantes en cobre, aunque competimos con otras jurisdicciones más asentadas en la región, se empieza a advertir que empresas de primera línea están interesadas en venir a Argentina», afirmó una fuente de la Secretaría de Minería.
Explicó que actualmente «los dos grandes desarrollos en minería en los que se interesan especialmente las empresas son el litio y el cobre, a pesar de que en el último caso se trata de proyectos que requieren inversiones muy grandes».
En este sentido, la fuente señaló que hay al menos tres grandes empresas australianas, consideradas seniors (grandes jugadores) mundiales del sector, que ya manifestaron su interés en el segmento del cobre y una de ellas ya anticipó que llegará al país antes de fin de año para analizar las posibilidades de inversión.
Las empresas interesadas ya pidieron mayor información sobre los proyectos viables en cobre en distintos puntos del territorio, así como también manifestaron mucho interés por los detalles y la aplicación del Nuevo Acuerdo Federal Minero, que fija condiciones de sostenimiento de largo plazo, y se articula con el relanzado proceso de integración con Chile.
Los proyectos en el país
En el plano local, existen en el país unos 7 proyectos de gran escala en estados avanzados potencialmente explotables en el mediano plazo, indicó la fuente.
Apuntó que el proyecto de Taca Taca, en Salta (jurisdicción que encabeza el ranking Fraser de confiabilidad para inversiones entre las provincias argentinas) podría dar inicio a su construcción en 2017-2018 con una inversión de US$ 3.000 millones en la primera etapa, más US$ 1.800 millones en la segunda.
En el caso de Agua Rica (proyecto ubicado en Catamarca que podría representar una continuidad productiva ante el cierre de Bajo de la Alumbrera), la explotación es incierta luego de la ordenanza de prohibición de minería a cielo abierto para todo el ejido municipal de Andalgalá y las vacilantes políticas provinciales que se han acentuado durante los últimos dos mandatos.
Otro proyecto de cobre y oro, en Catamarca, es Cerro Atajo, que podría movilizar una inversión de US$ 2.700 millones a lo largo de 3 años si se logra poner en marcha la explotación de 17 minas dispersas en 370 hectáreas, actualmente bajo una asociación entre Yamana Gold, propietaria de Agua Rica, y Camyen SE (Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado) la empresa minera provincial.
También figuran los emprendimientos de El Pachón, El Altar, Josemaría y Los Azules en la provincia de San Juan y San Jorge en el norte de Mendoza.
En la actualidad, la única mina de cobre de gran escala sigue siendo Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, que presenta rendimientos decrecientes al acercarse al fin de su ciclo de vida, aplazado hasta diciembre de 2018 como consecuencia del impacto en la ecuación económica que representó la eliminación de las retenciones al sector.
La producción de la Alumbrera comenzó en 1994 con un fin de ciclo productivo previsto para este año, pero este rediseño impositivo logró extender en unos 18 meses su vida útil, a cargo de la multinacional Glencore, propietaria del 50% de Minera Alumbrera S.A, que encara la ingeniería para el cronograma de cierre de mina y la mitigación de impacto ambiental.
Fuente: Telam