El papa Francisco pidió el «fin de la violencia» en Venezuela al expresar su deseo de que haya «una solución pacífica y democrática» a la crisis institucional y política que atraviesa el país caribeño.
«El 5 de julio será la fiesta de la independencia de Venezuela. Aseguro mi oración por esta querida nación y expreso mi cercanía a las familias que perdieron a sus hijos en las manifestaciones callejeras», dijo en referencia a las víctimas de los enfrentamientos entre partidarios del gobierno de Nicolás Maduro y grupos opositores.
«Hago un llamado para que se ponga fin a la violencia y se encuentre una solución pacífica y democrática a la crisis», agregó el Pontífice en línea con el pedido de la diplomacia vaticana para que se celebren elecciones en Venezuela.
Hace unas semanas, Francisco recibió a un grupo de obispos venezolanos y renovó varias ocasiones el pedido de «respetar los derechos humanos» con «paz y reconciliación» en Venezuela que lanzó en el Ángelus del pasado 30 de abril.
El viernes, el Ministerio Público de Venezuela anunció la muerte de un joven herido el pasado 13 de junio durante una manifestación en el estado occidental de Mérida, con lo que subió a 81 la cifra de muertos en la ola de protestas iniciada a principios de abril último.
«Que Nuestra Señora de Coromoto interceda por Venezuela. Y todos nosotros le rezamos», pidió hoy el Papa al reiterar su preocupación por el país caribeño, en el que el año pasado la Santa Sede actuó como «facilitadora» del diálogo entre el gobierno y la oposición sin resultados concretos.