Cuatro asesinos de la última dictadura militar fueron detenidos en las últimas horas gracias a que un soldado conscripto de la época “se arrepintió” tras sufrir un infarto y decidió contar todo lo que sabía. Los cuatro genocidas fueron arrestados a raíz de la investigación que lleva adelante el juez Daniel Rafecas, por hechos sucedidos entre junio y julio de 1976. A raíz de esta causa, cuatro ex carapintadas fueron detenidos, mientras que un quinto se disparó en el pecho, prefiriendo morir antes que ir preso, y está internado.
La causa que derivó en estas detenciones arrancó hace cuatro años, luego de que un ex conscripto de aquella época se recuperara de un infarto y decidiera dar testimonio de los delitos cometidos por las Fuerzas Armadas durante la dictadura cívico-militar de 1976 que pudo presenciar. El abogado de los hijos de Martínez, que nunca dejaron de reclamar por el juicio y castigo a los responsables de la desaparición de su madre, es el también periodista Pablo Llonto.
Los represores puestos bajo custodia son: Emilio Pedro Morello (mano derecha de Aldo Rico en su carrera política y ex diputado por el Modin); Martín Sánchez Zinny (carapintada de 1987); Serapio del Río y Luis Felipe Cogorno. El quinto, que está internado en grave estado, es el ex militar Alberto Francisco Bustos.
Los detenidos y el suicida son investigados por las desapariciones atribuidas a un grupo de tareas que actuó en el Regimiento de Infantería Mecanizada 6 de Mercedes durante los primeros meses de la dictadura cívico militar, indica Infonews.
Entre las víctimas se encuentran Cristina Cournou y Nicolás Grandi -hermana y cuñado del cantante Víctor Heredia- y Rocío Martínez Bobolla, madre de los periodistas Camilo y Bárbara García.
Fuente: Contrapoderweb.com