Para el gobierno de Macri y el Ministro de Trabajo Jorge Triaca para las trabajadoras de la Administración Pública Nacional la maternidad se convirtió en una cuestión de castigo tras el acuerdo paritario.
Amamantar a sus bebés o llegar a fin de mes. Ser madres o cobrar el presentismo. Para las trabajadoras de la Administración Pública Nacional la maternidad se convirtió en una cuestión de castigo tras el acuerdo paritario del 20 por ciento que cerró el sindicato Unión Del Personal Civil De La Nación (UPCN) que regirá desde el 1 de junio y será pagado en tres cuotas. Incluye una cláusula inédita: «Un adicional por presentismo y productividad, como ejes para el desarrollo de un servicio público de calidad» que exceptúa a las licencias por estudio pero golpea, de forma directa, a las trabajadoras estatales madres como si se tratara de un penalización a la maternidad, la lactancia y/o las tareas de cuidado.
Con el aval de Jorge Triaca, este acuerdo rubricado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y difundido como un logro por el Ministerio de Modernización profundiza la brecha salarial que en Argentina ya es del 27 por ciento. Si pierden presentismo y productividad por dar la teta, ir a una reunión en los jardines o las escuelas de los más chicos, cuidar a los y las hijos o familiares enfermos; las mujeres -quienes mayoritariamente se ocupan de estas tareas-cobrarán menos.
“Es una manera encubierta de incurrir en una inconstitucionalidad: vamos a cobrar menos por igual tarea. En términos de desigualdad estructural esto es violencia machista”, dijo Laura Sotelo, delegada y responsable de género de ATE Capital. Para ella, este acuerdo acentúa la “feminización de la pobreza”.
El premio a la “Asistencia Perfecta” es de $1300. Una asistencia que las madres trabajadoras no pueden alcanzar si están en período de lactancia o con niñxs a cargo. Aún si se ausentan en sus trabajos y esa falta está justificada, eso significa $910 menos en el bolsillo para comprar pañales, cubrir gastos escolares o comprarse lo que quieran: es un golpe al salario de las trabajadoras, solo por el hecho de ser mujeres. Si faltan tres veces, directamente no cobrarán el “premio” a la asistencia perfecta.
“El presentismo afecta al conjunto de los y las trabajadores pero a nosotras nos cae de lleno porque existe una división sexual del trabajo y somos nosotras quienes estamos a cargo del cuidado”, dijo Sotelo. Para ella “la paritaria como institución de la democracia está atentada”. Y sintetizó: “Es una cuestión de chantaje: para cobrar un salario digno no tenés que ser madre, o ser varón”.
Este acuerdo paritario cerrado por UPCN afecta, aproximadamente, a 100.000 trabajadores. Alrededor de la mitad, son mujeres. Además, va a contramano de todas las recomendaciones ministeriales nacionales, la Ley de Contrato de Trabajo y también los pedidos de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o los tratados internacionales en materia de género a los que adhiere Argentina.
En cuanto a las licencias por maternidad, Argentina ya vive una situación de recorte y tiene una de las licencias más bajas de la región. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) recomienda un mínimo de 14 semanas, pero las trabajadoras argentinas gozan de 90 días para ellas, mientras los padres tienen solo dos días.
¿Qué establece el Ministerio de Salud de Nación?
El Ministerio de Salud de la Nación sugiere un período de seis meses de lactancia exclusivo que se traduce en menos horas de trabajo. La Ley de Contrato de Trabajo especifica que “toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos descansos de media hora para amamantar a su hijo, en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por lapso más prolongado”.
A pocos días de una nueva manifestación bajo el lema Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos, esta penalización a la maternidad evidencia que la violencia machista también puede ser estatal.